Tegucigalpa, 7 jun (EFE).- El rechazo del Gobierno hondureño a devaluar de forma "acelerada" la moneda del país, una condición del FMI para firmar un nuevo acuerdo económico, generó incertidumbre en el país, aunque sectores económicos coincidieron hoy en que aún existe margen de maniobra en las negociaciones con ese organismo.
El presidente del Colegio Hondureño de Economistas, Guillermo Matamoros, dijo hoy a Efe que una devaluación "bien manejada" favorecería a los exportadores, pero encarecería las importaciones, y expresó su percepción de que Honduras "todavía tiene un margen de negociación" para un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El mandatario hondureño, Porfirio Lobo, afirmó anoche que devaluar de forma "acelerada" el lempira "podría ser terrible para Honduras", y defendió el ritmo de "desplazamiento" del tipo de cambio que "durante todo un año" ha sido de "55 centavos de lempiras" o tres centavos de dólar.
En marzo pasado venció un acuerdo con el FMI y dos semanas después una delegación hondureña encabezada por la presidenta del Banco Central, María Elena Mondragón, y el secretario de Finanzas, Héctor Guillén, viajó a Washington para negociar uno nuevo, de una duración de 18 meses.
En ese sentido, el presidente del Colegio Hondureño de Economistas dijo este jueves que es necesario que Honduras firme un nuevo acuerdo con el organismo multilateral porque de lo contrario la política económica del país "fracasará"·
Según Matamoros, lo que el FMI "está pidiendo es flexibilizar más el mecanismo de tipo de cambio, que ya no sea banda cambiaria, sino un mecanismo de mercado libre".
"El país no tiene las condiciones para entrar en un mercado libre, pero podría pensarse en flexibilizar un poco más, hacer un plan de dos años para llegar hasta donde (el FMI) está planteando", afirmó el economista.
En ese mismo sentido, Óscar Galeano, miembro de la junta directiva del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), dijo a Efe que Honduras debe "entrar en un proceso de negociación" con el FMI.
"No creemos que las declaraciones del presidente Lobo vayan a poner nubarrones negros en la negociación", indicó Galeano, tras asegurar que una devaluación de la moneda local "ayudaría a mejorar la competitividad del país".
Por su parte, Jorge Bueso, propietario del Banco de Occidente, uno de los principales del país, dijo que espera que el Gobierno no ceda "a las presiones del FMI", y mantenga el "ritmo de 5 % anual" de depreciación vigente desde junio de 2011.
Una "devaluación acelerada" generaría más inflación en Honduras, donde los precios aumentaron un 3,1 % entre enero y abril pasado, según el Banco Central, argumentó Bueso.
La presidenta del Banco Central también afirmó este jueves el sistema cambiario vigente desde junio del año pasado "es el adecuado para las condiciones internas del país", en un claro respaldo a la posición de Lobo de rechazar la devaluación "acelerada".
"Se desconoce cuándo se firmaría un nuevo acuerdo" con el organismo, dijo Mondragón, tras explicar que la misión del FMI que debía llegar la semana pasada a Honduras pospuso su visita porque no se "acordaron algunos detalles", que no precisó.
Los técnicos del FMI "tienen que venir a Honduras en un par de meses para hacer la revisión" y "en ese tiempo podría haber un espacio adicional de diálogo" sobre la postura del Gobierno, indicó la presidenta del Banco Central.
En febrero pasado, una misión del FMI que realizó la quinta evaluación del programa económico suscrito en 2010 con las autoridades hondureñas para brindar asistencia financiera al país dijo en Tegucigalpa que Honduras no había alcanzado las metas monetarias sobre reservas internacionales y activos internos del Banco Central.
También señaló que el país había alcanzado "logros en materia de crecimiento económico y control de la inflación, así como importantes avances en el programa de reformas estructurales durante 2011 y principios del 2012, en particular en las áreas de pensiones en el sector público, tributación y educación". EFE
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