Río de Janeiro, 11 oct (EFE).- El volumen de ventas del comercio minorista brasileño creció un 10,1 por ciento en agosto en la comparación con el mismo mes de 2011, su mayor expansión en los últimos cinco meses, informó hoy el Gobierno.
El resultado supera el registrado en julio, cuando las ventas crecieron un 7,2 por ciento frente al mismo mes del año pasado, así como el de junio (9,4 por ciento), según los datos divulgados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
La mejoría permitió que los comerciantes acumularan un crecimiento en las ventas del 9,0 por ciento en los primeros ocho meses del año y del 7,8 por ciento en los últimos 12 meses hasta agosto.
Los números reflejan una recuperación este año del comercio minorista, cuyas ventas tan sólo crecieron un 6,7 por ciento en volumen en 2011 tras haberse expandido un 10,9 por ciento en 2010.
El crecimiento del consumo interno fue el que ayudó a la economía brasileña a crecer el 2,7 por ciento el año pasado pese a la crisis internacional, que redujo la demanda externa.
Pese a la fuerte expansión en la comparación con el mismo mes del año pasado, las ventas de agosto tan sólo aumentaron un 0,2 por ciento frente al mes inmediatamente anterior, tras haber crecido un 1,4 por ciento en julio y un 1,6 por ciento en junio en la misma comparación.
Brasil registró en agosto el tercer mes consecutivo de expansión del volumen de ventas en la comparación con el mes inmediatamente anterior.
El sector que más contribuyó para el resultado positivo fue nuevamente el de alimentos y bebidas, con un aumento del 8,5 por ciento de las ventas gracias al crecimiento de las renta y a la reducción del desempleo.
Le siguieron los sectores de muebles y electrodomésticos, con un crecimiento de las ventas del 16,6 por ciento, combustibles y lubrificantes (10,1 por ciento), artículos de uso personal y doméstico (10,4 por ciento), artículos farmacéuticos y médicos (12,8 por ciento) y textiles, confecciones y calzados (8,3 por ciento).
Las ventas de vehículos, motocicletas y partes de automóviles crecieron un 26,3 por ciento favorecidas por los incentivos fiscales ofrecidos por el Gobierno a los fabricantes y que permitieron reducir los precios. EFE