Vitoria, 22 feb (.).- La empresa de fabricación de envases de vidrio Vidrala (MC:VID) obtuvo un beneficio neto de 67,7 millones de euros en 2016, lo que supone un incremento del 10,04 % respecto al año anterior.
Según la información remitida hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), las ventas de este grupo internacional, que cuenta con 3.200 empleados, ascendieron a 773,1 millones, un ascenso del 1,6 % a precios constantes, aunque si se introduce el efecto divisa hubo un descenso del 3,7 % respecto a los 802,6 millones de 2015.
El resultado bruto de explotación, (Ebitda) fue de 170,7 millones de euros, un 5,8 % más que en 2015 y un 11,2 % más sin tener en cuenta la variación de precios.
El resultado operativo neto pasó de 86,3 millones en 2015 a 93 millones el año pasado y los beneficios antes de impuestos también se incrementaron hasta 84,2 millones, frente a los 75,6 del año precedente.
El beneficio por acción en 2016 se situó en 2,73 euros, un 11 % más que en 2015 y la deuda neta de esta compañía con sede en Llodio (Álava) se redujo un 20,3 % al quedar en 322,3 millones.
Vidrala considera por tanto que en 2016 ha "progresado", y se ha consolidado como "una empresa multinacional, diversificada y proveedora de referencia en la industria" del envasado.
En cuanto a las perspectivas para 2017, estima que la demanda en los principales mercados europeos de envases de vidrio se mantendrá estable, con una "tendencia generalizada al crecimiento".
Por tanto cree que las ventas se mantendrán y para fomentarlas Vidrala se propone garantizar su servicio al cliente, progresar en la eficiencia industrial, mejorar la competitividad en los costes y por tanto reforzar los márgenes operativos del negocio.
La compañía alavesa es consciente, sin embargo, de que debe afrontar retos como la renovación constante de sus fábricas para emplear siempre la tecnología más avanzada que permita reducir el impacto ambiental, dado que la fabricación de vidrio conlleva el consumo intensivo de energía.
Prevenir la siniestralidad laboral, fomentar la calidad también en la cadena de suministro y vigilar los riesgos financieros, como los tipos de cambio e interés, los créditos, la liquidez, el endeudamiento y la solvencia, además de otros riesgos como la compra de energía o el "brexit", son algunos de los retos que debe afrontar Vidrala este ejercicio.