Viena, 1 jul (.).- Viena espera reducir los alquileres turísticos con una serie de medidas que limitan su oferta mediante una reforma de la ley municipal que entra hoy en vigor, y que afectará el negocio de diversas plataformas de alojamiento a corto plazo, como Airbnb
La reforma de la correspondiente ley municipal aprobada el año pasado sigue permitiendo que una vivienda se alquile a turistas por un breve periodo de tiempo en determinadas situaciones, por ejemplo, si el propietario se ausenta por vacaciones, según destaca el Ayuntamiento de Viena en su web.
Pero a partir de hoy estos alquileres no pueden sobrepasar un total de 90 días por año. Además, requieren un registro y el pago de un impuesto municipal.
La dedicación de pisos o casas exclusivamente al alquiler a turistas solo es posible en zonas declaradas "no residenciales", o con un permiso especial.
A partir de este lunes "la oferta regular de espacios residenciales para fines de alojamiento a corto plazo a cambio de una tarifa ('uso comercial') no está permitida en zonas residenciales sin una licencia de exención".
Estas limitaciones se suman a otras que ya había introducido la ciudad, como la de prohibir los alquileres a corto plazo de viviendas sociales o construidas con subvenciones municipales.
En el caso de inmuebles ocupados por sus dueños, su alquiler comercial por más de 90 días al año requiere ahora del consentimiento certificado de todos los propietarios de los apartamentos del edificio.
La policía de viviendas de Viena ha anunciado controles estrictos, pero también admite que no se podrán controlar todos los apartamentos y que, de momento, falta de personal para esas tareas, informó este lunes la televisión pública ORF.
Eso sí, actualmente hay cada vez más quejas y denuncias de alquileres ilegales.
Según estimaciones de la Cámara de Trabajo de Viena (AK), la plataforma Airbnb anuncia actualmente unos 14.000 apartamentos en la capital austríaca, cuando lo habitual es que se ofrezcan unas 8.000.
De ellas, unas 3.000 suelen ser retiradas completamente del mercado residencial, algo que la situación de la vivienda en Viena puede soportar, explica el experto Thomas Ritt de la AK.
Lo que se quiere evitar con las nuevas medidas es una evolución semejante a la de otras ciudades europeas, como Barcelona (España) o Amsterdam, donde la abrumadora oferta online de alquileres para turistas ha llevado a una escasez de la oferta inmobiliaria y un fuerte encarecimiento de la vivienda.