Por Paul Sandle y Kate Holton
LONDRES (Reuters) - Vodafone (LON:VOD) ha llegado a un acuerdo para pagar 21.800 millones de dólares para comprar activos de Liberty Global (NASDAQ:LBTYA) en Alemania y Europa del Este en un movimiento con el que busca enfrentarse a sus rivales con una gama más amplia de servicios de TV, banda ancha a alta velocidad y telefonía móvil.
El segundo operador de telefonía móvil del mundo llegó a un acuerdo con el pionero del cable de Estados Unidos, John Malone, después de años de conversaciones con la intención de convertirse en un líder paneuropeo capaz de desafiar el predominio de antiguos monopolios como Deutsche Telekom (DE:DTEGn).
El mayor grupo de telecomunicaciones alemán rápidamente enfatizó su oposición al acuerdo y es probable que Vodafone se enfrente a una larga revisión regulatoria en Bruselas.
Las empresas han fijado mediados de 2019 como la fecha en el que se cerrará una fusión que también incluye los negocios de República Checa, Hungría y Rumanía.
El acuerdo vuelve a poner a Vodafone a la vanguardia en el corazón de Europa, donde pelea por convertirse en uno de las pocas empresas con escala suficiente para ofertar los servicios de entretenimiento y comunicaciones que los consumidores desean.
Esa tendencia también explica por qué Liberty está dispuesta a salir de esos mercados donde no posee toda la gama de servicios, incluido el móvil.
"Esta transacción creará el primer campeón paneuropeo verdaderamente convergente", dijo a periodistas el presidente ejecutivo de Vodafone, Vittorio Colao.
"También es una combinación transformadora para Vodafone, nos convertiremos en el principal propietario de la red de última generación en Europa y daremos servicio a la mayor cantidad de clientes y hogares de la UE".
Las acciones de Vodafone repuntaban un 1,4 por ciento a media mañana.
BATALLA REGULATORIA
El acuerdo, dijo Colao, no reducirá la competencia porque no hay solapamiento entre la red de cable Kabel Deutschland de Vodafone y la de Unity Media, propiedad de Liberty.
Mostrando los probables argumentos que esgrimirá Vodafone a los reguladores, dijo que el acuerdo crearía un "campeón de la competencia" que beneficiará a los consumidores y gobiernos que desean una infraestructura digital más rápida.
Deutsche Telekom, la empresa de telecomunicaciones más grande de Europa, defiende que el acuerdo distorsionará la competencia en Alemania.
La adquisición creará "un gigante pavoneándose de su tecnología convergente", dijo el CEO de DT, Tim Hoettges.
"Yo personalmente lucharé por una competencia justa para nuestros clientes, para asegurarnos de que no nos enfrentamos en desventaja", dijo en una conferencia telefónica de resultados.
El presidente ejecutivo de Liberty, Mike Fries, dijo que confiaba en que la operación logrará aprobación regulatoria ya que, incluso combinados, Vodafone y Liberty serían la mitad que Deutsche en tamaño.
"Ahora más que nunca, Europa necesita la fuerte competencia que ofrecen operadores alternativos con escala, dispuestos y capaces de invertir en servicios inalámbricos, de video y de banda ancha de la próxima generación", dijo.
Según el acuerdo, la compañía británica dará a Liberty 12.700 millones en efectivo y asumirá la deuda asociada para crear una red europea que cubrirá 54 millones de hogares.
UNA GRAN OPERACIÓN PARA VODAFONE
La compra supone la mayor operación de Vodafone desde que salió de Estados Unidos en 2014.
Liberty seguirá ofreciendo sus servicios de forma autónoma en Reino Unido, Irlanda, Suiza, Bélgica, Polonia y Eslovaquia.
Los analistas han especulado que las dos compañías podrían llegar a un acuerdo similar en Reino Unido, donde Liberty posee el grupo de cable Virgin Media, pero Colao dijo que eso no estaba en la agenda.
"Virgin no está en la agenda por el momento", dijo. "Estamos muy contentos con la solución actual de revender las líneas BT (LON:BT) y trabajar con CityFibre".
Vodafone dijo que combinar las operaciones de las compañías generaría un ahorro de costes de alrededor de 632,8 millones de dólares anuales antes de los costes de integración en el quinto año después de que finalice el acuerdo.
Apunta también a sinergias de ingresos de más de 1.800 millones de dólares mediante la venta cruzada de servicios múltiples a la base combinada de clientes.
En caso de que el acuerdo no se complete bajo algunos supuestos, Vodafone tendrá que pagar 250 millones de euros.
Las dos compañías, que ya tienen una empresa conjunta en Países Bajos, que está excluida del acuerdo, reanudaron las negociaciones en febrero.