Madrid, 24 sep (.).- Vueling planea iniciar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por causas económicas, técnicas y organizativas y de producción (ETOP), que afectaría a sus 4.000 trabajadores, si finalmente no se alcanza un acuerdo para prorrogar más allá de fin de mes los que se diseñaron a raíz de la irrupción de la pandemia.
Así lo comunicó la empresa anoche a los sindicatos, según ha hecho público este viernes el Sindicato Español de los Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA), así como la propia aerolínea, que ha apuntado a Efe en que esta iniciativa sólo tendría lugar si no hubiera una prórroga de los extraordinarios vigentes ahora en el sector.
La medida, de aplicarse, sería sobre todos los colectivos de la empresa, entre los que hay 1.150 pilotos, y se debería negociar en el marco del comité de empresa.
En este sentido, Sepla ha pedido este viernes en un comunicado que "cualquier medida de reestructuración de plantilla que quiera plantearse (la empresa) para afrontar los próximos meses, se haga mediante la negociación y el pacto con los representantes de sus trabajadores".
El pasado miércoles también Globalia anunció su intención de iniciar otro ERTE convención sobre 9.000 empleados, mientras que Iberia comunicó el lunes una medida similar entre 4.000 y 5.000 personas.
Estos anuncios tienen lugar en vísperas de que el próximo jueves venza la vigencia de los ERTE extraordinarios diseñados a raíz de la irrupción de la pandemia y por los que el Gobierno se hace cargo del pago total o parcial de las cotizaciones a la seguridad social de los empleados, al tiempo que las empresas se comprometen a no acometer despidos hasta al menos seis meses después de haber concluido el ERTE.
El sector turístico está pendiente de que se prorroguen las condiciones actuales de ese tipo de ERTE, pero ante la incertidumbre a falta de menos de una semana para que venza el plazo, las empresas están buscando alternativas.
Ese es el caso de Vueling, que ha explicado a Efe que el jueves se remitió un escrito a los sindicatos para convocar una mesa de trabajo cumpliendo con los plazos establecidos para ello, dejando claro que el ERTE convencional se impulsaría sólo si no hay acuerdo entre el gobierno y el los agentes sociales para prolongar una herramienta bajo la que siguen amparados unos 270.000 trabajadores.