Nueva York, 25 jun (EFE).- La inquietud que genera la cumbre europea que arranca este jueves y el escepticismo en torno a los resultados que puedan salir de ella pesaron hoy sobre Wall Street, que cayó más del 1 % arrastrado por los sectores tecnológico, energético y financiero.
El Dow Jones de Industriales, la principal referencia del parqué neoyorquino, se mantuvo durante toda la jornada en un marcado terreno negativo hasta terminar con un descenso del 1,09 % ó 138,12 puntos para colocarse en las 12.502,66 unidades.
Parecida fue la tendencia de los otros dos indicadores de referencia de Wall Street, el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq, que arrancaron la semana con sendas caídas del 1,6 y el 1,95 %.
Desde los primeros minutos de las contrataciones esos tres índices se hundieron en terreno negativo preocupados por la cita de los líderes de la Unión Europea que iniciará el jueves, de la que los inversores neoyorquinos no parecían tener muchas esperanzas de que salgan grandes medidas para resolver la crisis del Viejo Continente.
Según el borrador de la cumbre, reproducido por varios medios europeos, se instará a los países a terminar urgentemente la reestructuración del sector bancario y se diseñará una hoja de ruta hacia una unión bancaria con un supervisor bancario europeo, un sistema europeo de garantías de depósitos, un fondo europeo de resolución y reestructuración bancaria.
España se encuentra inmersa en esa tarea y este lunes el ministro de Economía español, Luis de Guindos, pidió formalmente al Eurogrupo que el país pueda acogerse a la línea de crédito que puso a su disposición el 9 de junio por hasta 100.000 millones de euros (unos 125.000 millones de dólares).
Según los resultados de las pruebas de resistencia realizadas por las consultoras Roland Berger y Oliver Wyman conocidos la semana pasada, la banca española necesita entre 51.000 y 62.000 millones de euros para afrontar hasta 2014 un hipotético escenario económico muy adverso.
La petición formal de ayuda se produjo el mismo día en el que la agencia de calificación Moody's anunció, tras el cierre de los mercados neoyorquinos, una rebaja de entre uno y cuatro escalones a un total de 28 entidades financieras españolas como consecuencia de la degradación de la deuda soberana del país que realizó este mismo mes.
Las expectativas de que esa rebaja se anunciaría hoy, entre otros factores, provocaron que las bolsas del otro lado del Atlántico cerrasen con fuertes pérdidas: Milán cayó el 4,02 %, Madrid el 3,67 %, París el 2,24 %, Fráncfort el 2,09 % y Londres el 1,14 %, entre otras.
En esos descensos también tuvo que ver que el designado como nuevo ministro de Finanzas griego, el banquero Vasilios Rápanos, presentara hoy su dimisión, incluso antes de jurar el cargo, por su delicado estado de salud, según varias cadenas de televisión locales.
La rebaja a la banca española también repercutió sobre la estadounidense, que cedió en su conjunto el 1,98 % en Wall Street, debido principalmente a los descensos de Morgan Stanley (-4,67 %), Citigroup (-4,43 %), Bank of America (-4,28 %), Goldman Sachs (-2,57 %) y JPMorgan Chase (-1,86 %).
Aún más pronunciados fueron las caídas que registraron el sector tecnológico (del 2,34 %) y el energético (del 2,3 %), este último un día en el que el petróleo de Texas volvió a descender para encadenar tres jornadas consecutivas por debajo de los 80 dólares por barril.
Los inversores neoyorquinos no pudieron celebrar así un alentador dato macroeconómico en Estados Unidos como fue el aumento del 7,6 % de las ventas de casas nuevas en mayo, que se colocaron en su punto más alto en dos años.
Ahora todas las miradas están puestas en los datos del producto interno bruto (PIB) de este país durante el primer trimestre que se difundirán a finales de esta semana. EFE