Lara Malvesí
Nueva York, 17 dic (EFE).- Wall Street cerró hoy a la baja tras darse cuenta de que la subida de tipos de la Reserva Federal (Fed) pasó sin mayores consecuencias pero en cambio el petróleo promete ser el nuevo fantasma de los mercados, con un dólar cada vez más potente y unos precios cada día más bajos.
La euforia vivida hace veinticuatro horas cuando los inversores aún tenían por delante la digestión de la tan augurada decisión de la Reserva Federal (Fed), se desinfló desde prácticamente los primeros minutos de operaciones en el parqué de hoy.
Llegó el tornado para el que tanto tiempo llevaban preparándose y al final no pasó nada. El mismo gris de antes de la tormenta se hacía hoy con la bolsa de Nueva York, en depresión posdecisión de la Fed, con el Dow Jones y el resto de índices en rojo.
Según el jefe de estrategia de mercados de JonesTrading, Mike O'Rourke, en declaraciones a CNBC, "tras la euforia es momento de volver a lo que ya existía".
"Lo que vivimos ayer fue una carrera hacia el alivio. Hoy los mercados han pasado página. El petróleo continúa cayendo esta mañana. Las acciones del sector energético se caen con él", resumía el director de inversiones de U.S Bank Private Client Reserve, David Schiegoleit.
Y es que el fantasma del petróleo no es una ilusión, sino un nubarrón que amenaza con ensombrecer al menos el cambio de año y las primeras perspectivas de los mercados de Nueva York para 2016.
La tormenta perfecta la conforman un dólar cada vez más robusto, que amenaza cada día más con alcanzar la paridad con la moneda comunitaria, y un precio del barril de Texas (WTI) que toca mínimos históricos casi a diario, cerrando por debajo de los 40 dólares desde el 4 de diciembre.
Este jueves, el WTI cerró en un nuevo mínimo anual, 34,95 dólares el barril, por debajo de la barrera de los 35 dólares, una referencia que no se veía desde 2008.
En el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, fue el sector energético el que tuvo la caída más pronunciada, del 2,70 %.
Así, la volatilidad difícilmente se frenará en la sesión de mañana, la del cierre semanal, según los analistas y, también, el sentido común, con menor margen de error.