Mateo Sancho Cardiel
Nueva York, 14 mar (EFE).- Si hace una semana Wall Street se despedía con récords en el S&P 500 y con el Dow Jones en casi 16.500 puntos, hoy el parqué neoyorquino cerró su peor semana desde finales de enero, en la que el tira y afloja en Crimea y la desaceleración de la economía China hicieron perder casi 400 puntos al Dow Jones.
Aplicando el refrán de "mal de muchos, consuelo de tontos", los analistas no mostraban especial preocupación por estas caídas, dado que las causas son claramente externas a la economía estadounidense y, sobre todo, porque dentro del panorama internacional, Wall Street ha sido de las bolsas menos afectadas.
La campana de cierre dobló hoy por una caída del Dow Jones moderada, un 0,26 %, poco en comparación con otras plazas, sobre todo las europeas, a las que la crisis de Crimea entre Ucrania y Rusia, además de por motivos humanos y políticos, les preocupa en términos económicos: Rusia es un distribuidor clave en petróleo y gas y, además, sus gasoductos pasan por territorio ucraniano.
Esto hizo que, además de al mercado de valores, el mercado energético se viera especialmente sacudido por esta situación: el petróleo perdió en esta semana un 3,5 % de su valor y el gas natural un 4 %.
Más afectó durante varios días a las cotizaciones de Wall Street, aunque no hoy, la desaceleración de la economía China, la segunda más importante del mundo, y pieza clave para que Estados Unidos, aunque rivalice con ella, mantenga el liderazgo que ostenta.
No obstante, los inversores estuvieron pendientes estos días de la evolución de otros países en parte porque no hubo indicadores de importancia que definieran el rumbo de las cotizaciones.
Hoy, por ejemplo, se conocían datos de relativa incidencia, como el índice de precios al productor (IPP), que bajó en contra de lo que los economistas habían estimado, o la confianza de los consumidores en la evolución de la economía, que también fue menor de lo esperado, pero no definían el ánimo de los operadores de bolsa.
En el Dow Jones, donde ayer todos los componentes registraban pérdidas, hoy un tercio se pasaba al lado de los números verdes, aunque solo la aeronáutica Boeing llegó al punto porcentual de ganancias. Las pérdidas tampoco fueron graves, siendo la más afectada UnitedHealth, que retrocedió un 1,70 %.
Y, contradiciendo la tendencia descendente, hoy levantó cabeza por fin General Motors, dejando atrás las caídas por la polémica por una nueva investigación por su retraso en reparar automóviles afectados potencialmente por un defecto que ha causado al menos 13 muertos.