Nueva York, 11 mar (.).- Wall Street pasaba a terreno positivo este lunes a media sesión y su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, subía un 0,33 % impulsado por las firmas tecnológicas mientras Boeing (NYSE:BA), aún en descenso, moderaba sus pérdidas.
En el ecuador de la sesión en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones sumaba 83,07 puntos, hasta 25.533,31 enteros, a la vez que el selectivo S&P repuntaba un 1,16 %, o 31,83 unidades, hasta los 2.774,90 enteros.
El índice compuesto Nasdaq, que agrupa a los principales grupos tecnológicos, experimentaba un notable ascenso del 1,72 % o 127,19 puntos, hasta los 7.535,33 enteros.
Todos los sectores progresaban, encabezados precisamente por el tecnológico (2 %), el energético (1,70 %) y el de las comunicaciones (1,48 %), mientras que las empresas de servicios públicos avanzaban más lento (0,28 %).
El parqué neoyorquino comenzó la jornada mixto a causa del grupo del Dow Jones, en el que la fabricante aeronáutica Boeing caía con fuerza tras el accidente de avión ocurrido en Etiopía este domingo, pero con el paso de las horas el mercado retomó el optimismo en términos generales.
Boeing bajaba a esta hora un 7,36 %, muy por debajo del 12 % que llegó a caer en las operaciones pre-mercado, castigada por las dudas sobre la seguridad de su modelo 737 Max 8, que se ha visto involucrado en dos accidentes en medio año: el de Etiopía, donde han muerto 157 personas, y el de Indonesia en 2018, 189 personas.
El resto de las 30 cotizadas en del Dow registraban ganancias, sobre todo Apple (NASDAQ:AAPL) (3,30 %), 3M (NYSE:MMM) (2,53 %), Coca-Cola (NYSE:KO) (2,28 %), Intel (NASDAQ:INTC) (1,97 %), Chevron (NYSE:CVX) (1,97 %) y Microsoft (NASDAQ:MSFT) (1,88 %).
Así, Wall Street parecía sobreponerse este lunes a la semana anterior, la peor en lo que va de año, en la que se reavivaron los temores por una posible ralentización del crecimiento económico a raíz de datos flojos de empleo en EE.UU., pero también las preocupaciones a nivel global.
En otros mercados, el petróleo de Texas subía hasta 56,60 dólares el barril, el oro cedía a 1.291,10 dólares la onza, la rentabilidad del bono del Tesoro a diez años ascendía a 2,65 % y el dólar se apreciaba ante el euro con un cambio de 1,1233.