Teresa de Miguel
Nueva York, 13 mar (EFE).- Wall Street rehúsa bajarse de la nube en la que lleva flotando desde que la semana pasada lograse superar los niveles récord que alcanzó antes del estallido de la crisis y así lo demostró hoy al encadenar su séptimo récord histórico consecutivo.
Un mínimo avance del 0,04 % y unos escasos 5,22 puntos fueron suficientes para que el Dow Jones de Industriales escribiera un día más un nuevo capítulo en el libro de su historia, puesto que con ellos se anotó el mayor cierre desde que ese índice fuera creado hace 117 años: los 14.455,28 puntos.
Pero si anotar máximos históricos suena ya a algo casi rutinario en Wall Street, el Dow Jones no quiso decepcionar y ofreció otro titular esta jornada, puesto que encadenó nueve sesiones consecutivas de números verdes, algo que no ocurría desde noviembre de 1996.
"El mercado de valores básicamente ha estado jugando a ponerse al día. La gente tenía muchísimo dinero aparcado y ahora se han dado cuenta de que el mundo no se acaba", resumió hoy a MarketWatch el director gerente de estrategias de inversión del banco Wells Fargo, Ron Florence.
Así queda patente también si se mira al S&P 500, menos conocido por el público general pero el predilecto de Wall Street, que acortó distancias con el récord de 1.565,15 puntos que se metió en el bolsillo en 2007 al subir el 0,13 % y acabar en las 1.554,52 unidades.
Algo marginado se quedó el índice compuesto del mercado tecnológico Nasdaq, que, presionado por el débil comportamiento del sector tecnológico en los últimos tiempos, no dio mucho de qué hablar al subir marginalmente y quedar en las 3.245,12 unidades, lejísimos de los más de 5.000 puntos que alcanzó en la burbuja de las "puntocom".
Los niveles estratosféricos de Wall Street están justificados principalmente por las masivas inyecciones de capital que ha estado acometiendo la Reserva Federal de EE.UU., que insufla nada más y nada menos que 85.000 millones de dólares mensuales en la primera economía mundial.
Pero si ha conseguido mantenerse en esta dulce nube tanto tiempo ha sido gracias también al apoyo de una economía que da señales constantes de recuperación, particularmente desde el sector inmobiliario y el mercado laboral, con la reciente sorpresa de la caída de la tasa de desempleo a su cota más baja en cuatro años.
El séptimo hito marcado hoy por el Dow Jones se produjo al calor de un nuevo dato alentador en EE.UU. como fue el aumento del 1,1 % que registraron las ventas minoristas en febrero, muy superior a lo esperado por los analistas y lo que supone su mayor incremento en cinco meses.
En todo caso, la noticia no caló hasta que no cerraron las bolsas del Viejo Continente, que habían presionado a la baja a Wall Street con sus descensos generalizados (del 1,74 % en Milán, del 0,4 % en Madrid y del 0,1 % en París) tras la caída del 0,4 % de la producción industrial en la Unión Europea en enero.
El apoyo en los mercados de valores de este lado del Atlántico vino dado por una subida del 0,66 % del sector de los transportes y del 0,18 % del financiero, y, aunque en la recta final de la sesión fue perdiendo fuelle, el Dow Jones consiguió que la mitad de sus componentes acabaran al alza.
Entre ellos se colocó Boeing, que se anotó una subida del 0,7 % un día después de que la agencia federal de seguridad aérea de EE.UU. aprobase su plan para solucionar el problema en las baterías de sus 787 "Dreamliner", aunque todavía requiere más análisis.
Fuera del Dow Jones, Google cedió el 0,28 % tras haber acordado pagar 7 millones de dólares a más de una treintena de estados de EE.UU. por vulnerar la privacidad de los ciudadanos en la recopilación de datos para su servicio Street View.
Mientras, Apple se dejó un 0,02 % a la espera de que su competidora Samsung presente mañana en Nueva York la última generación de su popular teléfono inteligente Galaxy S, con la que buscará competir con el iPhone 5 de la empresa de la manzana mordida. EFE