Mateo Sancho Cardiel
Nueva York, 11 feb (EFE).- En el capítulo de hoy de la "odisea" de la deuda griega, Wall Street siguió asumiendo el papel de Penélope, el de tejer y destejer mientras la guerra, no de Troya, sino de Atenas y Bruselas, le traiga de vuelta a sus récords.
Hoy la rueca giró en ambas direcciones, la de las pérdidas y la de las ganancias, y, al parar, dejó a los índices de los tejedores del parqué neoyorquino casi planos: las telas del Dow Jones bajaron un poquito (un 0,28 %), pero las del S&P 500 y el Nasdaq quedaron en plano.
La batalla homérica tenía miles de personas en las calles de Atenas y otras ciudades del país para apoyar al Gobierno en sus negociaciones y el primer ministro, Alexis Tsipras, cual rey de Ítaca, acordó hoy con la OCDE crear una comisión que preparará un plan para desarrollar las reformas.
Esta Penélope bursátil seguirá, de momento, tejiendo el sudario con paciencia.
Los pretendientes que le salieron hoy fueron poco épicos: apenas varias empresas con sus resultados trimestrales. Hoy llegaron a ella Pepsico, que le hizo tejer un 2,46 %. Con Time Warner destejió un 0,25 % y, ya después de que cerrara "la batalla", Cisco hizo su proposición y, aunque había cerrado retrocediendo un 2,04 %, puso la rueca a toda velocidad en las operaciones electrónicas y avanzó más de un 5 %.
En el capítulo anterior, el gigante Apple, se había convertido en la primera empresa del país en cerrar con una valoración bursátil de 700.000 millones de dólares, el doble que Google o cuatro veces más que Bank of America. Todavía hoy se escuchaban los ecos de la victoria y hoy subió un 2,34 %.
Y otra campaña bélica, la del petróleo, siguió acumulando derrotas en su odisea particular y hoy perdió lo que recientemente había reconquistado (los 50 dólares por barril), para cerrar en 49,33 dólares.