NUEVA YORK - El sentimiento de Wall Street hacia la renta variable estadounidense ha dado un giro positivo, ya que los estrategas prevén un entorno más favorable para el S&P 500, tras un cambio de política de la Reserva Federal que apunta a un parón en las subidas de los tipos de interés. Las principales instituciones financieras, como Goldman Sachs Group Inc. y Bank of America, han revisado sus previsiones, sugiriendo que el índice S&P 500 podría superar la marca de los 5.000 puntos en 2024.
A pesar de estas previsiones optimistas, los analistas siguen mostrándose prudentes debido a los posibles riesgos asociados a la inflación y a los costes de endeudamiento. El mercado de renta fija también está reflejando un cambio de perspectivas, ajustando las expectativas en respuesta a las recientes fluctuaciones de los rendimientos del Tesoro.
Aunque la previsión media para el S&P 500 se sitúa actualmente justo por encima de los 4.800 puntos, el creciente optimismo se debe a la creencia de que la postura menos agresiva del banco central en materia de política monetaria podría crear un entorno más favorable para las acciones.
Mientras Wall Street se adapta a las nuevas señales económicas, se anima a los inversores a seguir de cerca las tendencias del mercado y los indicadores económicos que puedan influir en la trayectoria de la renta variable estadounidense.
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