Javier Otazu
Nueva York, 3 oct (.).- La empresa Wallbox, especializada en la producción y gestión de cargadores eléctricos, debutó hoy en la Bolsa de Valores de Nueva York, con lo que subraya su vocación global tras una expansión que le ha llevado ya desde Barcelona hasta Asia y ahora América.
La compañía barcelonesa, creada en 2015 y que en ese tiempo ya ha alcanzado la categoría de "unicornio" -empresa con capital superior a 1.000 millones de dólares- tuvo una subida de 9 % de sus acciones al poco de debutar en Wall Street bajo el símbolo WBX, hasta alcanzar 9,02 dólares por acción.
"La salida a la bolsa es un camino lógico, y la manera más natural de hacerlo es en la Bolsa de Nueva York, al ser la nuestra una compañía de alcance global", dijo a Efe su director financiero Jordi Lainz, quien destacó su voluntad de "alcanzar un liderazgo en el sector de la carga energética a nivel doméstico, público y de la gestión energética".
El consejero delegado Enric Asunción, presente en Wall Street en su puesta de largo, quiso quitar importancia a la cotización de hoy, insistiendo en que a ellos les importa el largo plazo, al tratarse de un sector (el de los cargadores eléctricos) "donde el 97 % está por hacer", pero subrayó la voluntad de Wallbox de liderar ese futuro.
El debut de Wallbox en el parqué neoyorquino, dentro del índice NYSE, se hizo de la mano con la "spac" (empresa con propósito de adquisición especial) Kensington Capital Acquisition Corp. II, con la que se asoció el pasado junio, y este lunes comunicó que la transacción supondrá a la empresa catalana unos ingresos netos cercanos a 252 millones de dólares.
El desembarco de Wallbox en Wall Street precede en unos meses a la próxima apertura de una planta en 2022 en Arlington (Texas), donde espera producir medio millón de cargadores al año y responder así a las necesidades del mercado: "Prevemos que en Estados Unidos tengamos un crecimiento muy grande", dijo el cofundador de la empresa, Eduard Castañeda.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha declarado que su objetivo es que en 2030 el 50 % de los vehículos sean eléctricos, lo que para Asunción son "excelentes noticias", aunque recalcó que su propio plan de crecimiento se había hecho antes incluso de saberse los planes del gobierno estadounidense.
Castañeda destacó el hecho de que Wallbox, con la planta de Arlington y su salida a la Bolsa, ya puede preciarse de estar presente en los tres polos de crecimiento más importantes del mundo: Europa (dos fábricas en la región de Barcelona), Asia (una joint-venture operada en China) y ahora América.
El cofundador de Wallbox, de solo 36 años, destacó que una de las líneas de su empresa es mejorar la gestión energética, de forma que "el doble de consumo no suponga el doble del gasto", y recordó que el 70 % de los usuarios de sus cargadores ya disponen de hecho de funcionalidades (con su producto Sirius) para gestionar su propio gasto.
En cuanto a la colaboración de Wallbox con el ayuntamiento de Barcelona (la ciudad donde la empresa nació), Castañeda dijo que su empresa aboga por la colaboración con el Ayuntamiento para "entender las necesidades de infraestructura" y poder convertir a Barcelona en "un polo de desarrollo de nuevas soluciones de cargas públicas" para sus vehículos.
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