Fráncfort (Alemania), 22 jun (.).- La compañía alemana de servicios de pagos electrónicos Wirecard (DE:WDIG) mantiene la caída libre y se desplomaba hoy un 47 % después de decir que es muy probable que no existan los 1.900 millones de euros que faltan en dos cuentas fiduciarias.
Las acciones de Wirecard bajaban un 47,3 %, hasta 14,26 euros, en los primeros compases de la negociación en la Bolsa de Fráncfort.
El jueves y el viernes perdió un 82 % de su valor en bolsa, más de 10.000 millones de euros de capitalización bursátil, tras hacerse evidente el engaño.
El consejero delegado de Wirecard, Markus Braun, dimitió el viernes después de que la auditora Ernst & Young (EY) se negara a firmar el balance de 2019 por las dudas sobre la existencia de haberes bancarios en cuentas fiduciarias por valor de 1.900 millones de euros, sobre los que no hay comprobaciones suficientes.
Wirecard había dicho que el dinero se encontraba en dos cuentas en dos bancos filipinos, el Banken BDO Unibank y el Bank of the Philippine Islands, que dijeron que no atesoraban esas cuentas y que la compañía alemana no era su cliente.
Además, los documentos que mostraban la existencia de esas cuentas de depósito estaban manipulados con firmas falsas de directivos.
El banco central de Filipinas inició una investigación y ha asegurado que el dinero no está en el país.
Si no presenta el balance definitivo de 2019, los bancos acreedores podrían retirarle los créditos, aunque Wirecard ha dicho que mantiene conversaciones respecto a las líneas de crédito que vencen a finales de junio y negocia financiación con otros bancos a través del banco de inversión Houlihan Lokey.
La agencia de medición de riesgo Moody's ha rebajado a bono basura la calificación crediticia de Wirecard, que liquida pagos electrónicos para grandes empresas o pagos realizados con tarjetas de crédito, y ha advertido de que son posibles más degradaciones.
Wirecard, que parecía ser una tecnológica de gran éxito y llegó a sustituir al Commerzbank (DE:CBKG) en el selectivo de Fráncfort en septiembre de 2018, fue acusada de irregularidades contables en Asia y de blanqueo de dinero a comienzos de 2019 por el diario británico "Financial Times".
Desde entonces la compañía ha tratado de defenderse de las acusaciones y sus acciones han presentado una volatilidad muy fuerte, acelerando la caída desde la semana pasada al posponer la publicación del balance definitivo de 2019 y del primer trimestre de 2020 y los pronósticos.
Wirecard, que quiere salvar la supervivencia de la empresa con medidas de reestructuración y ventas de partes de la compañía o de segmentos de productos, tampoco descarta que el engaño vaya a tener efectos en los balances de años anteriores que ya había presentado.
El gestor de patrimonios DWS (DE:DWSG), del Deutsche Bank (DE:DBKGn), ha reducido en los últimos meses constantemente su posición fiduciaria en Wirecard y estudia acciones legales contra la compañía.