Por Krishna N. Das y Ruma Paul
NUEVA DELHI/DACA, 26 dic (Reuters) - El posible hundimiento de un barco en las últimas semanas con 180 musulmanes rohinyá a bordo podría hacer del 2022 uno de los años más letales en el mar en casi una década para la etnia, dijo una agencia de la ONU, mientras los refugiados intentan huir de condiciones desesperadas en campamentos de Bangladés.
Casi un millón de rohinyá originarios de Myammar viven hacinados en instalaciones en Bangladés, de mayoría musulmana, incluidos decenas de miles que huyeron de su país de origen después de que las fuerzas armadas llevaron a cabo una feroz represión en 2017.
El número de personas de la etnia rohinyá que salieron de Bangladés en botes este año al menos se quintuplicó con respecto al año anterior, a casi 2.400 migrantes, según estimaron grupos de derechos humanos.
No estaba claro si el levantamiento de las restricciones de COVID en el Sudeste Asiático, uno de sus destinos más frecuentes, ha provocado la avalancha de personas.
En Myanmar, un país de mayoría budista, a buena parte los rohinyá se les niega la ciudadanía y se les considera inmigrantes ilegales del sur de Asia.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) dijo que se teme de las 180 personas que iban a bordo de un barco que zarpó a fines de noviembre hayan muerto.
ACNUR dijo que la embarcación pudo haber comenzado a agrietarse a principios de diciembre antes de perder el contacto. Añadió que no estaba claro de dónde partió el barco, pero que tres hombres rohinyá, incluido un migrante cuya familia estaba a bordo, dijeron que zarpó desde Bangladés.
Anteriormente, ya se presumía la muerte o desaparición en el mar de al menos 200 rohinyá durante este año.
"Contra toda esperanza, deseamos que los 180 desaparecidos sigan vivos en alguna parte", dijo el portavoz de ACNUR, Babar Baloch.
Baloch dijo que el 2022 fue uno de los peores años en cuanto a muertos y desaparecidos después de 2013 y 2014, cuando 900 y 700 rohinyá perecieron en el mar de Andamán y en la Bahía de Bengala tras verse forzados a escapar de la ola de violencia.
(Reportes de Krishna N. Das en Nueva Delhi y Ruma Paul en Dhaka; Información adicional de Stanley Widianto en Yakarta y Panu Wongcha-um, Chayut Setboonsarng, Panarat Thepgumpanat en Bangkok. Editado en español por Marion Giraldo)