Por Sarah White y Ingrid Melander
PARÍS (Reuters) - La pensionista Jeannine Delaplane, la cuidadora Cecile Lungeri, y millones como ellas están causando pesadillas a los candidatos presidenciales franceses y a las firmas que hacen encuestas.
A menos de dos semanas de la primera ronda de las elecciones, aún no saben a quién votar, y puede que ni siquiera acudan a los centros electorales.
Los sondeos muestran que aproximadamente un tercio de los 45,7 millones de votantes franceses podrían abstenerse, una cifra sin precedentes en un país con larga tradición de participación elevada. Incluso entre quienes quieren votar, aproximadamente un tercio aún tienen que decidir por quién lo harán.
Las razones van desde el disgusto por los escándalos que han salpicado a políticos consagrados al malestar entre muchos votantes por las personalidades o plataformas de los candidatos. Se suma a esto una confusión simple: lo que parecía ser una carrera entre dos aspirantes, el conservador François Fillon y la ultraderechista Marine Le Pen, ha dado muchas sorpresas.
Con las intenciones de los votantes en el aire, cuatro candidatos tienen posibilidades de acabar primero y segundo en la primera ronda del 23 de abril, pasando entonces a la vuelta decisiva el 7 de mayo. Por contra, el apoyo por el candidato de los socialistas, actualmente en el poder, se ha hundido.
Todo ello imprime nuevas dudas en una campaña cuya impredictibilidad está enervando a los mercados financieros.
Delaplane, de 81 años, está entre quienes dudan por quién votar. "No puedo decidirme. Nunca he visto una campaña como ésta", dijo mientras espera a ver a Fillon en un mitin en Provins, un bastión conservador al este de París.
Está dudando entre Fillon o la ultraderechista del Frente Nacional Marine Le Pen.
Sin embargo, el político conservador está bajo investigación formal bajo sospecha por malversación, aunque él lo niega. Por otro lado, muchos votantes consideran a Le Pen extremista, junto con le izquierdista Jean-Luc Mélenchon.
Un cuarto aspirante, el centrista y ahora favorito Emmanuel Macron, nunca ha ostentado un cargo electo, era un desconocido para la mayor parte del electorado hasta hace casi tres años cuando fue designado ministro de Economía, y está al frente de un partido sólo desde hace un año.
Para el técnico dentista convertido en pintor Herve Gass, el panorama es desalentador. "Me siento ajeno a la política como nunca antes", dijo en su estudio en una parte histórica de Provins.
Gass, de 63 años, antes votaba a los conservadores pero dice que el escándalo le ha hecho huir de Fillon, mientras que a Le Pen la considera demasiado radical y a Macron, de 39 años, demasiado joven e inexperto. Como resultado, Gass dijo que podría abstenerse o votar en blanco.
GRÁFICO: Predicciones y sondeos - http://tmsnrt.rs/2jLwO20
RESULTADOS INSONDABLES
En los últimos seis meses, veteranos políticos de los dos principales partidos que han gobernado Francia durante décadas han abandonado la carrera uno tras otro, perdiendo las primarias del partido o tirando la toalla por los resultados insondables.
En su lugar, los sondeos indican que Le Pen y Macron llegarían a la segunda vuelta, donde se prevé que el exbanquero gane con facilidad. Aun así, la primera ronda está lejos de ser previsible; Fillon está tratando de remontar y Mélenchon está surgiendo como la última sensación gracias en parte a sus buenas cualidades para el debate en televisión.
En términos porcentuales, el apoyo a Macron y Le Pen está apenas por encima de 20 y cayendo, mientras que Mélenchon y Fillon están subiendo y acercándose a 20; los sondeos diarios colocan apenas en 6 puntos porcentuales la diferencia entre los cuatro.
Por toda Francia, los votantes de todo signo político muestran a Reuters que no tienen claro qué harán.
"Ni siquiera sé si votaré esta vez", dijo Lungeri, cuidadora de 38 años de Niza que ha sido votante tradicional del principal partido de la derecha. "Son todos corruptos".
El número de indecisos ha ido cayendo pero sigue siendo algo. Aunque apropiadamente un 80 por ciento de los votantes acudió a votar en ambas rondas en las presidenciales de 2012, las predicciones esta vez son bajas, lo que supone un quebradero de cabeza para las encuestadoras.
"Hay incertidumbre con todos los candidatos", dijo François Miquet-Marty, de Viavoice. "Si la intención de voto sigue así, la abstención desempeñará un papel clave", añadió.