Por Dasha Afanasieva
ESTAMBUL, Turquía (Reuters) - La agencia de refugiados de la ONU dijo el lunes que el cierre de fronteras en Europa para frenar la entrada de inmigrantes era "inhumano", y los esfuerzos gubernamentales para frenar su entrada habían desviado la crisis sólo temporalmente.
El cierre de fronteras en los Balcanes y el controvertido acuerdo entre Turquía y la UE han reducido drásticamente las entradas a Europa este año, después de que un millón de personas llevase a cabo el peligrosos viaje en 2015.
"Hay muchas personas dándose palmadas en la espalda y diciendo que el acuerdo ha funcionado, la gente ha dejado de llegar, pero esto va mucho más allá", dijo Melissa Fleming, portavoz de ACNUR, durante la primera cumbre humanitaria mundial.
"Ha empujado el problema hacía atrás y el problema no se ha resulto todavía".
Sobre el cierre de fronteras, añadió: "El repentino cierre y la acción unilateral de estados fue inhumana frente a mucha gente vulnerable".
En el acuerdo entre Europa y Turquía, Ankara ha aceptado la devolución de inmigrantes ilegales que llegan a Europa a cambio de ayudas, la aceleración de las negociaciones de acceso a la UE y la eliminación de visado para viajes al bloque.
Turquía ha acogido a casi tres millones de refugiados desde que comenzó la guerra civil siria y ha gastado casi 10.000 millones de dólares. Pero las organizaciones humanitarias dicen que no es un país seguro para refugiados.
La semana pasada un sirio en la isla griega de Lesbos ganó una apelación contra una decisión que le forzaba a ser devuelto a Turquía, argumentando con éxito que Turquía no asegura a los refugiados la completa protección requerida por la Convención de Refugiados, dijo la organización de derechos humanos Amnistía Internacional.
Fleming dijo que aún no estaba claro si esto sentaría precedente legal.
La ultimación del acuerdo entre Turquía y la UE ha estado marcada por desacuerdos sobre la ley antiterrorista de Turquía, que Bruselas quiere que se adapte a los estándares europeos.
Calificada como la primera de este tipo, la cumbre de Naciones Unidas en Estambul aspira a desarrollar una mejor respuesta a lo que se considera la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial.