Por Belinda Goldsmith
VIENA (Fundación Thomson Reuters) - Incautarse de las ganancias de los traficantes de personas para compensar a las víctimas debería ser una prioridad de los gobiernos para acabar con un delito estimado en 150.000 millones de dólares al año, se informó el lunes en una conferencia internacional contra la trata.
Los activistas dijeron en una conferencia de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que los gobiernos no se centraban lo suficiente en la compensación, que rara vez se han otorgado pagos a las víctimas y que se han tomado pocas medidas para asegurar el pago de los fondos prometidos.
Klara Skrivankova, coordinadora europea de la organización Anti-Slavery International, con sede en Reino Unido, dijo que la compensación seguía siendo "un poco como un niño no deseado" en los intentos de abordar la trata de personas, pero que era clave para castigar a los delincuentes involucrados y para apoyar a las víctimas.
"Si pones las manos sobre el dinero de los traficantes, les dolerá, a menudo más que una sentencia de prisión", dijo Skrivankova a la Fundación Thomson Reuters en la décimoctava conferencia de la alianza contra la trata de personas de la OSCE, organismo con 57 miembros.
"Pero a ningún país se le da muy bien incautar los activos y redistribuirlos".
La conferencia se celebró en medio de la conciencia cada vez mayor a nivel mundial sobre las prácticas de los traficantes de personas, ante la estimación de las Naciones Unidas de más de 40 millones de personas atrapadas en todo el mundo en trabajos forzosos, matrimonios forzados y explotación sexual.
La representante especial de la OSCE y coordinadora de la Lucha contra la Trata de Seres Humanos, Madina Jarbussynova, describió la trata como "una de las actividades criminales más lucrativas a día de hoy en todo el mundo" que no conoce fronteras.
En torno a 7 de cada 10 víctimas de tráfico de seres humanos son mujeres y niñas, según una estimación conjunta de referencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de la ONU y el grupo de derechos Walk Free Foundation.