Por Richard Martin
BARCELONA (Reuters) - El entrenador del Espanyol, Rubi, ha transformado al club catalán, tradicionalmente eclipsado por su vecino en la capital catalana, el FC Barcelona, y ha reavivado las ambiciones en el equipo, que el sábado recibe al vigente campeón y líder de La Liga.
Una victoria del Espanyol, que ocupa el séptimo lugar en la competición, situaría al equipo a cuatro puntos del Barça y mejoraría aún más la reputación de su entrenador, que pasó una temporada en el Camp Nou trabajando como asistente.
Rubi comenzó su carrera como entrenador en las ligas inferiores del fútbol español, con equipos como el Hospitalet y el segundo equipo del Espanyol, logrando el ascenso de estos últimos a la tercera categoría del fútbol español.
En estas competiciones, de un juego habitualmente austero, Rubi destacó por su visión ofensiva y su interés en tener el dominio de la pelota.
Su éxito y su reputación lo llevaron a entablar amistad con Tito Vilanova, quien fuera asistente de Pep Guardiola durante su exitoso periodo al frente del Barça.
Según medios de comunicación, Guardiola le pidió a Rubi que se uniera a su equipo en el Bayern de Múnich cuando comenzó a trabajar con los alemanes en 2013.
Sin embargo, fue Vilanova, el sucesor de Guardiola en el Barça, quien le convenció de abandonar temporalmente su carrera como primer entrenador y unirse a su equipo técnico en el Camp Nou en 2013.
Sin embargo, la relación laboral de Rubi con Vilanova solo duraría un mes, ya que se vio cruelmente interrumpida cuando este último se vio obligado a abandonar el trabajo por su batalla contra el cáncer. Vilanova murió en abril de 2014.
Rubi permaneció en el club con el entrenador argentino Gerardo Martino, pero pronto regresó al trabajo de entrenador, asumiendo la dirección del Valladolid, Levante y Sporting Gijón con diversos grados de éxito. Su gran éxito llegaría con el ascenso a la primera división del Huesca por primera vez en la historia.
Sin embargo, en lugar de tomar las riendas del Huesca en su primera temporada en la Liga, regresó al Espanyol, donde había pasado sus primeros años como entrenador a cargo del segundo equipo.
Fue inmediatamente respaldado por Guardiola, quien dijo de él: "Tengo muy buenas referencias suyas, ha hecho un gran trabajo en Huesca y me consta que es un entrenador muy atrevido. Estoy convencido de que lo hará muy bien en el Espanyol".
Guardiola acertó con sus comentarios. El Espanyol se había acostumbrado a terminar en la mitad inferior de la Liga, pero Rubi ha logrado el mejor inicio de temporada del club desde 2010, cuando estaba al mando el técnico del Tottenham Hotspur, Mauricio Pochettino.
Una excelente racha en casa, ganando cinco de seis partidos, los ha llevado al séptimo lugar, lo que ha generado la esperanza de meterse en competiciones europeas la próxima temporada.
La victoria sobre el Barça, a quien no han vencido en La Liga desde 2009, los llevaría a poca distancia de sus rivales locales, que arrebataron el primer puesto al Sevilla en La Liga la semana pasada.
El Barça podrá contar de nuevo con el centrocampista brasileño Arthur Melo y con el delantero uruguayo Luis Suárez para el encuentro del sábado, que se disputará en campo del Espanyol.
(Información de Richard Martin; traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)