Por Zachary Fagenson
FORT LAUDERDALE, EEUU (Reuters) - Un hombre con una identificación militar abrió fuego el viernes en la sección de equipajes del Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale-Hollywood en Estados Unidos, y mató al menos cinco a personas antes de ser detenido, dijeron funcionarios y testigos.
Otras ocho personas resultaron heridas, informó el alguacil local Scott Israel a periodistas en el aeropuerto, donde el tráfico aéreo fue suspendido.
El atacante fue identificado como Esteban Santiago, de 26 años, y tenía una identificación del Ejército estadounidense, sostuvieron autoridades.
Santiago sirvió desde 2007 al 2016 en la Guardia Nacional de Puerto Rico y la Guardia Nacional de Alaska y estuvo desplegado en Irak desde el 2010 al 2011, según el Pentágono.
El soldado de primera clase e ingeniero de combate recibió media docena de medallas antes de ser transferido a la reserva inactiva en agosto del año pasado.
El agresor llegó en un vuelo con un arma registrada, dijo en Twitter Chip LaMarca, comisionado del condado de Broward. El hombre tomó su equipaje y fue al baño a cargar su pistola antes de comenzar a disparar, remarcó el responsable.
Los agentes de seguridad detuvieron al atacante sin disparar un solo tiro, dijo Israel, quien agregó que era demasiado pronto para decir cuál era el motivo de la agresión. "A esta altura, parece que él actuó solo", señaló el oficial.
El agresor, que vestía una camiseta de "La Guerra de las Galaxias", no dijo nada antes de comenzar a disparar un arma que parecía una pistola 9 milímetros, informó la cadena MSNBC citando a testigos del hecho, que se produjo en la Terminal 2 del aeropuerto.
Unos 90 minutos después del ataque, el pánico volvió a estallar con pasajeros y policías corriendo frenéticamente en otra terminal aérea, pero Israel dijo que no hubo otras noticias de disparos.
John Schlicher, quien le dijo a MSNBC que vio el ataque, describió al agresor como un "hombre delgado" que comenzó a disparar contra los pasajeros que esperaban su equipaje. "Me agaché y comencé a orar", comentó antes de agregar que su esposa realizó maniobras de primeros auxilios a una persona que había recibido un disparo en la cabeza.
Mark Lea, otro testigo, dijo a MSNBC que el agresor "no dijo ni gritó nada, estuvo quieto todo el tiempo".