Por Alexander Ratz y Pavel Polityuk
KIEV, 7 feb (Reuters) - La ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock, prometió el lunes un apoyo inequívoco de Alemania a Ucrania en su visita a Kiev, mientras ambas partes trataban de limar asperezas en torno a la petición ucraniana de armas para prepararse ante un posible ataque de Rusia.
En una rueda de prensa conjunta, Baerbock y su par ucraniano, Dmytro Kuleba, dijeron que nadie podría abrir una brecha entre sus dos países, y Baerbock subrayó que Alemania estaba dispuesta a pagar un alto precio económico para contener a Moscú.
Pero también hubo confusión sobre si Baerbock iba a reunirse o no con el presidente Volodymyr Zelenskiy.
Dos fuentes diplomáticas afirmaron que la reunión se había cancelado, la oficina de Zelenskiy dijo que no se había programado tal reunión, mientras que Kuleba dijo que la ausencia de tal reunión no debía tomarse como una señal de nada.
Las autoridades ucranianas han criticado públicamente a Alemania por negarse a vender armas defensivas a Kiev y por su aparente reticencia a detener el flujo de gas a través del gasoducto Nord Stream 2 desde Rusia si Moscú lanza un ataque.
La visita de Baerbock a Kiev, la segunda en tres semanas, sigue a la de una serie de altos cargos de los Estados miembros de la OTAN que pretenden mostrar su solidaridad con Ucrania desde que Rusia concentró decenas de miles de tropas cerca de sus fronteras.
Moscú dice que no tiene planes de atacar, pero busca garantías de seguridad occidentales, incluida la promesa de que Ucrania nunca entrará en la OTAN, una exigencia que la alianza militar ha dicho que no es posible. Las potencias occidentales han amenazado a Rusia con nuevas sanciones si lanza un ataque.
"Estamos con Ucrania", dijo Baerbock. "Nadie conseguirá abrir una brecha entre nosotros", dijo, añadiendo: "Querido Dmytro, sabes que puedes contar con Alemania".
Baerbock añadió que ahora es el turno de Moscú para desescalar la situación.
Kuleba dijo que Baerbock no había intentado forzar a Ucrania a hacer concesiones antes de las nuevas conversaciones previstas entre Ucrania, Rusia, Alemania y Francia, que se celebrarán en Berlín.
Sobre la cuestión de las armas, Kuleba dijo: "Ha sido una conversación franca: tenemos posiciones diferentes. Pero nuestra tarea es (...) buscar un terreno común y soluciones. Y creo que hoy hemos encontrado tanto un terreno común como un proyecto de solución. Ahora esperaremos los pasos del Gobierno alemán".
UCRANIA PIDE MATERIAL MILITAR
Baerbock mantuvo conversaciones en Kiev un día antes de la llegada del presidente francés Emmanuel Macron, que se reunió el lunes con el presidente ruso Vladimir Putin en Moscú.
Alemania y Francia son copatrocinadores de las conversaciones de paz entre Ucrania y las fuerzas respaldadas por Rusia que combaten un conflicto separatista en el este de Ucrania desde 2014.
Alemania también tiene los vínculos económicos más estrechos con Moscú que cualquier otra gran potencia occidental, ya que compra la mitad de su gas natural a Rusia. Esto ha dado a Berlín un fuerte incentivo para mantener relaciones fluidas con Moscú.
Ucrania ha presionado a Alemania para obtener material militar. Según una carta enviada la semana pasada por la embajada ucraniana, vista por Reuters, Kiev solicita sistemas antiaéreos y antirrobo, armas antidrones y equipos de desminado.
La crisis supone la primera gran prueba de política exterior para el canciller Olaf Scholz, que asumió el cargo el año pasado tras 16 años de liderazgo de Angela Merkel, y que se enfrenta a la división dentro de su coalición sobre cómo responder a la presión rusa.
Scholz iba a reunirse el lunes con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la Casa Blanca, y visitará Kiev la próxima semana.
En la capital ucraniana, Baerbock visitó un hospital militar financiado por Alemania y volará a primera hora del martes al este de Ucrania, más cerca de la línea del frente de la guerra de ocho años de Ucrania con las fuerzas respaldadas por Rusia.
(Información adicional de Natalia Zinets en Kiev y Andreas Rinke en Berlín; redacción de Matthias Williams, edición de Timothy Heritage y Mark Heinrich, traducido por José Muñoz en la redacción de Gdansk)