MOSCÚ, 1 dic (Reuters) - Alexéi Navalni, crítico del Kremlin, anunció el viernes en las redes sociales que había sido informado de nuevos cargos penales contra él.
Navalni, de 47 años, ya cumple condena en una colonia penal por un total de más de 30 años por cargos como extremismo, que él niega, y ha pasado gran parte de los dos últimos años en régimen de aislamiento por una serie de presuntos delitos menores.
En declaraciones difundidas a través de sus socios, informó que ahora se le acusaba en virtud del artículo 214 del Código Penal, que se refiere al vandalismo.
"No tengo ni idea de lo que es el artículo 214, y no hay ningún sitio donde mirarlo. Lo sabréis antes que yo", dijo en su canal de Telegram.
"Realmente inician una nueva causa penal contra mí cada tres meses. Rara vez un preso confinado en una celda solitaria durante más de un año tiene una existencia social y política tan vibrante."
Navalni es, con diferencia, la figura más conocida de la fragmentada oposición rusa; sus partidarios lo presentan como una figura al estilo de Nelson Mandela que algún día saldrá de la cárcel para liderar el país.
Su movimiento político ha sido ilegalizado y sus principales figuras han sido encarceladas o han huido al extranjero en el marco de una represión de la disidencia que se ha intensificado desde que el presidente Vladimir Putin envió sus fuerzas armadas a Ucrania a principios del año pasado, en lo que Moscú denomina una "operación militar especial".
Navalni fue declarado culpable en agosto de nuevos cargos relacionados con supuestas actividades extremistas y condenado a 19 años adicionales, además de los 11 años y medio que ya estaba cumpliendo. El disidente rechaza todos los cargos por considerarlos políticamente motivados y concebidos para silenciar sus críticas al Kremlin.
El mes pasado, tres de sus abogados fueron inscritos en un registro de "terroristas y extremistas" por un organismo de vigilancia financiera, cinco semanas después de ser detenidos como sospechosos de pertenecer a un "grupo extremista".
Navalni se ganó la admiración de todo el mundo por regresar voluntariamente a Rusia en 2021 desde Alemania, donde había sido tratado de lo que las pruebas de laboratorio occidentales demostraron que fue un intento casi mortal de envenenarle con un agente nervioso en Siberia.
Fue detenido inmediatamente a su llegada. El Kremlin negó haber intentado matarlo.
(Información de Reuters; redactado por Kevin Liffey; editado por Guy Faulconbridge; editado en español por Javi West Larrañaga)