Por Julia Symmes Cobb, Adam Jourdan y Fabian Cambero
BOGOTÁ/BUENOS AIRES/SANTIAGO, 24 feb (Reuters) -Colombia, Argentina y Chile pidieron el jueves un rápido retiro de las tropas rusas en Ucrania, mientras que otros países latinoamericanos rechazaron el uso de la fuerza pero no llegaron a pedir la salida de Rusia.
Rusia invadió Ucrania por tierra, mar y aire a primera hora de la mañana, en el mayor ataque de un Estado contra otro en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que el ataque es un esfuerzo por "desnazificar" a Ucrania.
"Colombia rechaza de manera categórica la guerra y se una a todas las voces de la comunidad internacional que hoy claman para un rápido retiro de las tropas de Rusia en territorio ucraniano", dijo el presidente de Colombia, Iván Duque, en un comunicado en video.
"Esta agresión premeditada e injustificada es una amenaza a la paz mundial", agregó, acompañado de la vicepresidenta y canciller Marta Lucía Ramírez, quien calificó la invasión de "absurda nostalgia colonialista" en Twitter (NYSE:TWTR).
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina en un comunicado llamó a Rusia a cesar las acciones militares en Ucrania, mientras que Chile dijo que apoyaría las sanciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
"Chile condena la agresión armada de Rusia y su violación a la soberanía e integridad territorial de Ucrania. Estos actos vulneran el derecho internacional y atentan contra vidas inocentes, la paz y la seguridad internacional", dijo el presidente Sebastián Piñera en Twitter.
El gobernante electo de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, también condenó "la invasión a Ucrania, la violación de su soberanía y el uso ilegitimo de la fuerza".
El canciller de Ecuador, Juan Carlos Holguín, también condenó a Rusia, diciendo que había violado el derecho internacional, y pidió el fin de los combates.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien recientemente se reunió con Putin en Moscú, no mencionó a Rusia o la crisis de Ucrania en un discurso del jueves a sus partidarios. Bolsonaro fue objeto de fuertes críticas estadounidenses por decir durante su visita que era "solidario con Rusia", sin dar más detalles.
Pero su vicepresidente, Hamilton Mourao, dijo que las sanciones económicas no serían suficientes y que Occidente podría necesitar usar la fuerza.
Los comentarios de Mourao fueron mucho más allá de una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores pidiendo el cese inmediato de las hostilidades rusas contra Ucrania y diciendo que continuaría actuando como miembro del Consejo de Seguridad para encontrar una solución pacífica.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, también visitó recientemente Moscú, lo que llevó a algunos analistas a sugerir que Rusia está cortejando a la región en medio de las tensiones con Ucrania.
México, por su parte, dijo que condenaba enérgicamente la invasión y que llamaba a un cese al fuego inmediato que permita una salida diplomática. "Nuestra orientación principal es rechazar el uso de la fuerza", dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard. Más temprano, el presidente Andrés Manuel López Obrador había llamado al diálogo y rechazó la guerra en cualquier parte.
Mientras tanto, la cancillería de Perú expresó su preocupación y pidió el cese de las hostilidades. El presidente de Paraguay instó "a los agresores a detener sus acciones llamando al diálogo por la Paz y la estabilidad mundial".
Venezuela, un cercano aliado de Rusia, responsabilizó el jueves a la OTAN y a Estados Unidos de la crisis en Ucrania al asegurar que quebrantaron los acuerdos del denominado Protocolo de Minsk, que tenía como objetivo poner fin al conflicto entre separatistas prorrusos y combatientes ucranianos que estalló en 2014.
Cuba, otro aliado de Rusia, criticó este miércoles a Estados Unidos por imponer "la progresiva expansión de la OTAN hacia las fronteras de la Federación Rusa" y pidió una salida diplomática.
La Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) condenó la invasión que afirmó se inició "irresponsablemente".
(Reporte de Julia Symmes Cobbs, Adam Jourdan y Fabián Cambero, con reporte adicional de Lisandra Paraguassu en Brasilia y Gabriel Stargardter en Rio de Janeiro, Dave Sherwood en La Habana, Ana Isabel Martinez en Ciudad de México, Vivian Sequera en Caracas, Marco Aquino en Lima, Alexandra Valencia en Quito y Daniela Desantis en Asuncion. Editado en español por Nelson Acosta y Fabián Cambero)