Por Mohammad Salem
RAFAH, Franja de Gaza, 13 feb (Reuters) - Nahla Jarwan huyó de su casa en el centro de la Franja de Gaza para refugiarse en Rafah, como más de un millón de palestinos que escapan de la ofensiva militar israelí.
Ahora, mientras los proyectiles israelíes impactan Rafah, Jarwan afirma que regresa a la zona de la que huyó, aunque ningún lugar sea seguro.
Es una de las decenas de personas que, según los residentes, abandonaron Rafah el martes tras los bombardeos y ataques aéreos israelíes de los últimos días.
"Escapé de Al Maghazi, vine a Rafah, y aquí estoy, volviendo a Al Maghazi", dijo Jarwan, refiriéndose al campo de refugiados del que huyó a principios del conflicto. "La última noche en Rafah fue muy dura. Volvemos a Al-Maghazi por miedo, desplazados de una zona a otra (...) Vayamos donde vayamos, no hay seguridad".
Describiendo Rafah como el "último bastión" de Hamás, Israel planea ampliar allí su ofensiva para tratar de erradicar al grupo militante.
Para los palestinos, Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, ha supuesto un santuario frente a una ofensiva israelí que ha dejado más de 28.000 muertos, según las autoridades sanitarias de la Franja de Gaza, gobernada por Hamás.
La UNRWA, agencia de la ONU que proporciona ayuda y servicios esenciales a los palestinos, afirma que hay casi 1,5 millones de personas en Rafah, seis veces más que antes del 7 de octubre.
Los tanques israelíes bombardearon el sector oriental de Rafah durante la noche, informaron los residentes, aunque la ofensiva terrestre prevista no parecía haber comenzado.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado que ha ordenado al Ejército que elabore un plan para evacuar Rafah.
Sentada en un coche abarrotado de pertenencias listo para partir, Jarwan dijo que espera un rápido final de la guerra.
"Estamos cansados de huir de una ciudad a otra", señaló. "Espero que el mundo esté con nosotros y nos mire con ojos amables y misericordiosos".
Describiendo a las víctimas palestinas como mártires, dijo: "Estamos cansados, siempre estamos llorando. Mártires, bombardeos, destrucción, muerte, hambre, sed, no hay comida".
(Reporte adicional de Nidal al-Mughrabi, escrito por Tom Perry.; Editado en español por Javier Leira)