Por Douglas Busvine, Julia Fioretti y Mathieu Rosemain
(Reuters) - El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de Europa ha sido calificado como el mayor cambio en las leyes de privacidad de datos desde el nacimiento de la web.
Existe un problema: muchos de los reguladores que lo van a supervisar dicen que todavía no están preparados.
La legislación paneuropea entrará en vigor este mes y abarcará a las empresas que recopilan grandes cantidades de datos de clientes, como Facebook (NASDAQ:FB) y Google (NASDAQ:GOOGL). No será supervisada por una sola autoridad, sino por un mosaico de observadores nacionales y regionales en las 28 naciones del bloque.
Diecisiete de las 24 autoridades que respondieron a una encuesta de Reuters dijeron que aún no tenían los fondos o las competencias necesarias para cumplir con sus obligaciones del GDPR.
"Nos dimos cuenta de que nuestros recursos eran insuficientes para hacer frente a los objetivos del RGPD", dijo en una entrevista Isabelle Falque-Pierrotin, presidenta de la agencia francesa de control de la privacidad de datos CNIL.
Al igual que otros reguladores, Falque-Pierrotin ha presionado a su gobierno para que aumente significativamente los recursos y el personal.
Muchos organismos de control carecen de competencias porque sus gobiernos todavía tienen que actualizar sus leyes para incluir la normativa europea, un proceso que podría tardar varios meses después de que el RGPD entre en vigor el 25 de mayo.
La mayoría de los encuestados dijeron que reaccionarían a las quejas e investigarían en base a los antecedentes. Una minoría dijo que investigarían proactivamente si las compañías estaban acatando las reglas y sancionarían las violaciones más evidentes.
Sus respuestas sugieren que el régimen de aplicación del RGPD será más débil que la autoridad de defensa de la competencia del bloque dirigida directamente por la Comisión Europea, organismo ejecutivo de la UE, que condenó a Google a pagar una multa de 2.400 millones de euros el año pasado.
El lanzamiento del GDPR se produce en un momento en el que la privacidad de los datos está de actualidad mediática, mientras Facebook se enfrenta a un intenso escrutinio por la filtración de datos personales de 87 millones de usuarios a Cambridge Analytica, una consultoría política que asesoró al presidente estadounidense, Donald Trump.