Por Miguel Lo Bianco y Ramiro Scandolo
BUENOS AIRES, 22 nov (Reuters) - Los argentinos desayunaron un impensado trago amargo el martes luego de que Arabia Saudita venció por 2-1 a la "albiceleste" en su debut en el Mundial de Qatar, dejando a la normalmente bulliciosa capital Buenos Aires sumergida en un inusual silencio para un día de semana.
Los porteños hace semanas se venían preparando para ver el primer encuentro en el torneo del equipo liderado por la superestrella Lionel Messi, cuyo puntapié inicial estaba fijado por la FIFA para las 07.00 hora local (1000 GMT).
Debido al horario, desde temprano simpatizantes hicieron filas en panaderías para acompañar el partido con medialunas, mientras que escuelas y empresas dieron permisos especiales para que alumnos y empleados entrasen más tarde para que pudieran encuentro.
Sin embargo, Arabia Saudita, número 51 en el ranking internacional de la FIFA, provocó un sismo en el mundo del fútbol tras remontar un encuentro que empezó perdiendo por 1-0 contra uno de los candidatos a ganar la Copa del Mundo 2022, sumergiendo en el estupor a los madrugadores argentinos.
"La verdad es increíble", dijo a Reuters Nicolás Tisinovich, un actor de 24 años que vio el partido en una pantalla gigante puesta en una plaza de la ciudad de Buenos Aires. "Era uno de los rivales más fáciles que teníamos así que es increíble esto que pasó".
El orgullo futbolístico argentino, cuyo combinado mayor estaba a un partido de igualar el récord de 37 encuentros sin derrotas que posee Italia, hizo que, tras el primer gol saudí, quienes observaban el juego en la plaza lo hicieran en silencio, en la habitualmente ruidosa urbe.
"Es un golpe totalmente inesperado, que no estaba en los planes ni del más pesimista", dijo Nicolás Rearte, un estudiante de 21 años, media hora tras el encuentro en una calle de la capital, donde se notaba la desilusión en los rostros.
"Ahora tenemos que levantarnos rápido", agregó Rearte. Argentina tendrá esa oportunidad el sábado, cuando enfrenté a México, otro de los rivales del Grupo C, junto a Polonia. El equipo norteamericano y el conjunto europeo juegan el martes, a las 1600 GMT.
Medios locales recordaban la derrota que sufrió Argentina contra Camerún por 1-0 en el Mundial de Italia de 1990, la última vez que el equipo sudamericano, entonces liderado por el fallecido astro Diego Maradona, perdió en el primer encuentro de un Mundial de fútbol.
La referencia puede ser un consuelo para los desilusionados argentinos ya que en ese torneo, Argentina terminó jugando la final contra Alemania Occidental. Y es justamente lo que Messi, que está jugando su quinto Mundial consecutivo, le pidió a los argentinos.
"Que confíen. Es un grupo muy fuerte, no esperábamos arrancar de esa manera, pero que confíen, que no los vamos a dejar tirados y vamos a ir a buscar los dos partidos", dijo en una rueda de prensa el capitán argentino.
Argentina jugará su tercer partido de fase de grupos, contra Polonia, el 30 de noviembre.
(Reporte de Miguel Lo Bianco y Ramiro Scandolo; Escrito por Maximilian Heath; Editado por xxx)