BEIRUT (Reuters) - El ejército sirio comenzó el martes el bombardeo previo al asalto a la última zona fuera de su control cerca de Damasco, dijo un comandante de la alianza a favor del Gobierno sirio, aprovechando la captura del importante área de Guta Oriental.
Recuperar el campamento de Yarmouk y las áreas vecinas situadas al sur de la ciudad daría al presidente Bashar el Asad el control completo sobre la capital de Siria, consolidando aún más su poder.
Yarmouk, el mayor campamento para refugiados palestinos en Siria desde mediados del siglo XX, ha estado bajo control del Estado Islámico durante varios años. Aunque la amplia mayoría de los residentes han huido, Naciones Unidas dice que miles de ellos permanecen allí.
Asad se ha beneficiado del poderío aéreo ruso desde 2015 para recuperar grandes áreas de Siria, colocándolo en una posición más fuerte desde los primeros meses de una guerra que dura siete años.
El conflicto ha matado a más de 500.000 personas y ha arrastrado a potencias regionales y globales. Estados Unidos, Reino Unido y Francia lanzaron sus primeros ataques coordinados contra el Gobierno de Asad el sábado en desafío por lo que dicen fue un ataque de gas el 7 de abril que mató a muchas residentes en Duma, la última ciudad de Guta Oriental en caer.
Los misiles de Occidente destruyeron objetivos que habían sido evacuados antes, pero no hicieron nada por cambiar el curso de la guerra, dejando a las fuerzas de Asad apoyadas por Rusia a en plena ofensiva con el objetivo de reconquistar todo el país.
Damasco y Moscú han negado el uso de gas venenoso y han publicado declaraciones de trabajadores sanitarios en Duma - calificadas de propaganda por grupos de asistencia médica operando en zonas rebeldes - diciendo que no hubo ataque químico.
Un equipo de inspectores de armas químicas que llegó a Damasco el viernes aún no ha visitado Duma para reunir pruebas, aunque Rusia dijo que lo haría el miércoles.
Los medios estatales sirios informaron de que los misiles tuvieron como objetivo una base aérea por la noche, pero un mando de la alianza militar que respalda al Gobierno dijo luego a Reuters que era una falsa alarma.
El mando, bajo condición de anonimato, dijo que la nueva ofensiva tendría como objetivo a los militantes del Estado Islámico y al Frente Nusra en el campamento de Yarmouk y el distrito de al-Hajar al-Aswad. Los rebeldes en el área contigua de Beit Sahm se retirarían en autobuses a través de un acuerdo con el gobierno, dijo el comandante.
ASALTO
Una visita a Duma, la ciudad más grande del que fuera un enclave rebelde al este de Guta a las afueras de Damasco, por parte de medios del gobierno reveló el lunes una gran destrucción y la difícil situación de los residentes que habían sobrevivido a años de asedio.
El asalto de Guta Oriental comenzó en febrero y terminó en la victoria del gobierno el sábado cuando los rebeldes se retiraron de la ciudad, horas después de que los países occidentales terminaran sus ataques aéreos en edificios que, según dijeron, fueron utilizados para investigar o almacenar armas químicas y equipos.
Cada uno de los grupos rebeldes que controlaban áreas del este de Guta finalmente llegaron a acuerdos de rendición que involucraban la retirada a áreas controladas por la oposición en el noroeste de Siria, incluida Idlib.
Después de la reconquista del este de Guta, Asad todavía tiene que recuperar pequeñas zonas de los rebeldes, así como dos grandes áreas en el noroeste y el suroeste.
Además del sur de Damasco, los rebeldes aún mantienen enclaves sitiados en la ciudad de Dumayr al noreste de Damasco, en las montañas orientales de Qalamoun, y alrededor de Rastan al norte de Homs.
El mando progubernamental dijo que el ejército se había preparado para la acción militar al este de Qalamoun, pero que Rusia estaba trabajando en la retirada de los militantes sin combatir. La televisión estatal dijo el martes que los rebeldes en Dumayr también habían acordado retirarse.
El noroeste de Siria, el área más grande en manos de los rebeldes, un asalto por parte del gobierno podría llevar a Damasco a enfrentarse con Turquía, que ha establecido una serie de puntos de observación militar en la zona.
Ali Akbar Velayati, un alto cargo iraní, dijo durante una visita a Damasco la semana pasada que esperaba que el ejército recupere pronto Idlib y áreas del este de Siria, ahora en manos de una alianza de milicias kurdas y árabes respaldadas por Washington.