Por Josh Smith
KABUL (Reuters) - La cifra de muertos en la explosión de un camión bomba en Kabul la semana pasada ha llegado a más de 150 personas, dijo el martes el presidente Ashraf Ghani, con lo que se convierte en el ataque más mortífero en la capital de Afganistán desde la expulsión de los talibanes en el 2001.
La detonación ocurrió cuando un camión de aguas residuales repleto de lo que Ghani llamó explosivos de "grado militar" detonó en la entrada a una zona fortificada de la ciudad que incluye embajadas extranjeras y edificios gubernamentales.
"No éramos los únicos objetivos, toda la comunidad diplomática fue el objetivo de este ataque", dijo Ghani a diplomáticos extranjeros reunidos para una conferencia en Kabul.
Las estimaciones oficiales anteriores habían puesto el número de muertos en alrededor de 90, con más de 460 heridos.
Todos los fallecidos eran afganos, y Ghani ofreció un homenaje específico a los 13 policías que detuvieron el camión mientras intentaban entrar en el distrito fortificado y perdieron la vida en la explosión.
Ningún grupo ha reivindicado la responsabilidad del ataque, lo que provocó violentas protestas contra el Gobierno.
Varios manifestantes murieron en enfrentamientos con la policía el viernes, y al menos una decena de personas murió el sábado cuando suicidas atacaron el funeral de uno de los manifestantes fallecidos.