BEIRUT, 7 dic (Reuters) - Amnistía Internacional afirmó el jueves que los ataques de Israel en los que murió el periodista de Reuters Issam Abdallah y otras seis personas resultaron heridas en el sur de Líbano el 13 de octubre fueron probablemente un ataque directo contra civiles y deben investigarse como crimen de guerra.
Human Rights Watch (HRW), en un informe separado, dijo que los dos ataques israelíes fueron "un ataque aparentemente deliberado contra civiles y, por tanto, un crimen de guerra", afirmando que los responsables deben rendir cuentas.
Según una investigación de Reuters publicada el jueves, un tanque israelí mató a Abdallah e hirió a los otros seis periodistas disparando dos proyectiles en rápida sucesión desde Israel mientras el grupo filmaba a distancia un bombardeo transfronterizo.
Un portavoz del gobierno israelí negó que sus fuerzas tuvieran como objetivo a no combatientes.
"No atacamos a civiles", declaró el portavoz Eylon Levy en una rueda de prensa televisada, cuando se le preguntó por los informes de Reuters, Agence France-Presse, Amnistía Internacional y HRW. "Hemos hecho todo lo posible para alejar a los civiles del peligro".
La oficina del primer ministro israelí no respondió el jueves a las preguntas de Reuters en busca de comentarios sobre los informes de HRW y Amnistía Internacional.
El grupo de siete reporteros de AFP, Al Jazeera y Reuters llevaban chalecos antibalas y cascos azules, la mayoría con la palabra "PRESS" escrita en letras blancas. Se encontraban en la cima de una colina, en una zona abierta sin árboles ni edificios que pudieran ocultarlos de los puestos militares israelíes cercanos.
Atacar directamente a civiles está prohibido por las leyes de los conflictos armados, como las Convenciones de Ginebra de 1949, ratificadas por todos los Estados miembros de la ONU.
AI dijo que su investigación descubrió "pruebas escalofriantes que apuntan a un ataque contra un grupo de periodistas internacionales que realizaban su trabajo informando sobre las hostilidades".
HRW afirmó que las pruebas indicaban que el Ejército israelí "sabía o debería haber sabido que el grupo de personas contra las que disparaba eran civiles".
Ni Israel ni Líbano son signatarios de la Corte Penal Internacional, cuyos 124 Estados miembro aceptan su jurisdicción en el enjuiciamiento de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio.
Líbano declaró que remitiría los informes de Reuters y AFP al Consejo de Seguridad de la ONU para que se añadieran a una queja que ha presentado en la que afirma que Israel ha matado a civiles durante las hostilidades en curso con el grupo armado libanés Hezbolá.
(Reporte de Tom Perry y Maggie Fick en Beirut, y Dan Williams y James Mackenzie en Jerusalén. Editado en español por Javier Leira)