Por Belén Carreño y Guglielmo Mangiapane
MADRID/LAMPEDUSA (Reuters) - La tensión aumentó el martes en el Open Arms, el barco de rescate varado en el sur de Italia, cuando 10 de los inmigrantes a bordo saltaron al mar y trataron de nadar hasta la orilla, según la ONG española que opera el barco.
El barco Open Arms, que lleva 19 días en el mar con casi 100 migrantes a bordo, ha estado esperando a la salida del puerto de Lampedusa, pidiendo permiso para desembarcar a los migrantes, en su mayoría africanos, a pesar de la prohibición italiana de que atracaran barcos de rescate privados.
Italia dice que ha asumido demasiada responsabilidad en el manejo de la migración africana hacia Europa. Su ministro del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini, dice que los barcos de ayuda se han convertido en "taxis" para los traficantes de personas.
"Nueve personas se han lanzado al agua intentando llegar a la desesperada a la costa de Lampedusa. Nuestros socorristas y guardacostas italianos están intentando rescatarles. La situación está fuera de control." tuiteó el Open Arms.
Anteriormente había tuiteado que otro migrante había saltado al agua y publicado un vídeo suyo nadando hacia la orilla, mientras la Guardia Costera Italiana salía a su encuentro.
"Día 19. Noche de pánico y un hombre al agua. La noche comenzaba por una evacuación médica urgente, y esa mañana un hombre ha saltado al agua intentando llegar a la tierra ante sus ojos. Entretanto, un ataque de pánico. La situación es desesperada."
El hombre que se lanzó al agua, de nacionalidad siria, fue rescatado por las autoridades italianas y según la televisión española, trasladado a Lampedusa.
Decenas de migrantes han sido llevados a tierra desde que el barco entró en aguas italianas porque al parecer eran menores de edad o estaban enfermos. Los demás migrantes siguen durmiendo hacinados en la cubierta y comparten dos baños. Open Arms dice que algunos sufren tendencias suicidas.
Salvini sugirió el martes que la organización estaba exagerando los problemas a bordo. De los ocho migrantes que fueron llevados a tierra el lunes por la noche para recibir atención médica urgente, dijo, sólo dos tenían problemas de salud.
"Nunca volveré atrás (sobre la prohibición)", dijo a Radio 24.
El enfrentamiento ha alimentado la campaña de Salvini contra los barcos de inmigrantes procedentes de África, y se produce cuando intenta arrastrar a Italia a unas elecciones rápidas. La coalición gobernante, cuyo certificado de defunción parece que se sellará este martes, se ha dividido sobre el tema.
El rival político de Salvini, el ministro de Transportes Danilo Toninelli, que controla la Guardia Costera pero no el acceso a los puertos, ha ofrecido llevar a los inmigrantes en un barco de la Guardia Costera a España, que les ha ofrecido un puerto seguro.
Pero Toninelli ha puesto una condición: que Madrid cancele el registro del barco Open Arms retirando su bandera española. Sin una bandera, sería difícil para el buque seguir llevando a cabo misiones de rescate; su seguro sería inválido y podría ser interceptado en cualquier momento por una fuerza naval o de guardacostas.
También se están llevando a cabo conversaciones separadas entre Italia y España para encontrar una solución diplomática, dijo una fuente en Roma que está familiarizada con el asunto. No dio más explicaciones.
"Nos quieren quitar la bandera. El precio es muy alto." dijo el director y fundador de Open Arms, Òscar Camps, en declaraciones publicadas el martes por el diario El Mundo.
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Camps ha descartado la opción de llevar a los inmigrantes a España en el barco Open Arms, diciendo que las condiciones a bordo eran demasiado miserables para que pudieran soportar un viaje tan largo.
(Información adicional de Jose Elías Rodríguez, Ashifa Kassam, Elena Rodriguez y Joan Faus en Madrid, Stephen Jewkes en Milan; escrito por Mark Bendeich; editado por Larry King)