Por Susan Heavey y Maria Caspani
24 nov (Reuters) - Funcionarios estatales y federales rogaron el martes a los estadounidenses que se queden en casa y redoblen los esfuerzos para reducir la pandemia de coronavirus, defendiendo medidas de salud pública impopulares, mientras las hospitalizaciones récord colocaban al límite a los profesionales de la salud.
"Estamos desbordados por el COVID", dijo el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, en CNN después de promulgar nuevas restricciones la semana pasada, que incluyen el cierre de tiendas y escuelas. "Estamos tratando de hacer lo correcto".
Las hospitalizaciones por COVID-19 superaron el miércoles las 86.000, un récord, y 30 de los 50 estados informaron un máximo histórico de pacientes este mes.
La situación ha afectado a proveedores de atención médica ya agobiados, cuando se reportan más de 1.500 muertes diarias por coronavirus y 171.000 nuevos casos, en promedio.
El cirujano general de Estados Unidos, Jerome Adams, suplicó a los estadounidenses que entiendan "la gravedad del momento" y se mantengan cautos ante la pandemia de coronavirus, ya que el número récord de hospitalizaciones ha llevado a los profesionales de la salud al borde del colapso.
"Estamos casi por obtener una vacuna (...), tenemos nuevos remedios por ahí. Solo necesitamos que ustedes, el pueblo estadounidense, esperen un poco más", dijo Adams, miembro del Grupo de Trabajo sobre el Coronavirus de la Casa Blanca, en entrevista con Fox News.
Adams pidió a las personas que ajusten sus planes con motivo del Día de Acción de Gracias, luego de que el tráfico aéreo en Estados Unidos marcó este fin de semana sus mayores niveles desde marzo, ya que millones de personas decidieron viajar a pesar de las recomendaciones de los expertos de salud.
La semana pasada, las autoridades sanitarias de Estados Unidos pidieron encarecidamente a los residentes que evitaran viajar durante la festividad por Acción de Gracias.
Importantes farmacéuticas han informado resultados prometedores de los ensayos clínicos de vacunas, las que podrían administrarse a pacientes de alta prioridad a partir de diciembre. Washington anunció que comenzará a distribuir una terapia de combinación de anticuerpos de Regeneron a partir del martes.
"Hay una desconexión en la comunidad, donde vemos gente en bares y restaurantes, o planificamos cenas de Acción de Gracias", dijo la doctora Kelly Cawcutt, experta en enfermedades infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Nebraska. Como trabajadores de la salud, dijo, "nos sentimos un poco abatidos".
(Reporte de Susan Heavey, Nick Brown y Lisa Shumaker; escrito por Daniel Trotta; Editado en español por Janisse Huambachano)