GINEBRA (Reuters) - La nueva jefa de Derechos Humanos de la ONU, la chilena Michelle Bachelet, pidió el lunes que China permita la entrada de observadores tras acusaciones "profundamente perturbadoras" sobre grandes campos de reeducación donde hay miembros del grupo étnico uigur, en la provincia de Xinjiang.
El mes pasado, una comisión de Derechos Humanos de la ONU dijo que recibió informes creíbles de que hasta un millón de uigures podrían estar detenidos de forma extrajudicial en la provincia ubicada en el extremo oeste de China y pidió su liberación.
China ha rechazado las acusaciones sobre los campamentos de internación y acusó a "factores externos" de provocar turbulencias en la agitada región.
En su primer discurso ante el Consejo de Derechos Humanos ante la ONU, la expresidenta de Chile dijo que la comisión había traído a colación "acusaciones profundamente perturbadoras de detenciones arbitrarias a gran escala de uigures y de otras comunidades musulmanas, en los denominados campos de reeducación en Xinjiang".
Bachelet afirmó que también habían recibido informaciones de "patrones de violaciones a los derechos humanos en otras regiones" y pidió al Gobierno chino que permita el acceso de sus representantes en todo el país.
Además, indicó que enviará a equipos a Austria e Italia para ver el tema de la protección de inmigrantes y manifestó alarma por la violencia contra los inmigrantes en Alemania.
Italia ha negado la entrada a barcos de rescate y ha habido informes de un fuerte incremento en los actos de violencia y racismo contra los inmigrantes, sostuvo la ex mandataria chilena.
Bachelet también manifestó su preocupación de que 500 niños migrantes en Estados Unidos separados de sus padres aún no hayan sido devueltos por las autoridades y condenó el anuncio del Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de la semana pasada de que abandonará un acuerdo judicial para limitar la detención de niños migrantes a 20 días.
Además, llamó a la coalición militar que opera en Yemen, liderada por Arabia Saudí, a mostrar más transparencia en sus modos de enfrentamiento y a que procese a los perpetradores de ataques aéreos contra civiles, incluido uno que afectó a un autobús y provocó la muerte de decenas de niños en Saada el mes pasado.
Investigadores independientes de derechos humanos dijeron en un informe el mes pasado que algunos ataques aéreos de la coalición que opera en Yemen podrían haber sido crímenes de guerra. Los investigadores dieron una lista confidencial de sospechosos vinculados a crímenes internacionales en el conflicto, dijo Bachelet.
"La reciente orden real saudí que parece dar un perdonazo a miembros de las fuerzas armadas saudíes por las acciones en Yemen es muy preocupante", comentó la funcionaria de la ONU.
(Información de Stephanie Nebehay. Editado en español por Patricio Abusleme)