Por Ruma Paul
DACCA, 6 jun (Reuters) - Bomberos de Bangladés lucharon el lunes por tercer día para sofocar un incendio de grandes proporciones que causó la muerte de 41 personas en un depósito de contenedores, en un incidente que pone de manifiesto el deficiente historial de seguridad del país surasiático.
Las imágenes de un dron mostraban espesas columnas de humo e hileras de contenedores calcinados mientras el incendio del sábado persistía tras una enorme explosión y el estallido de contenedores de transporte en Sitakunda, a 40 kilómetros de la ciudad portuaria de Chittagong, en el sureste del país.
El incendio se ha controlado en gran medida, pero no se ha extinguido del todo, ya que los contenedores cercanos cargados de productos químicos suponen un riesgo de explosiones que pueden poner en peligro la vida de las personas, según los bomberos.
"Nuestros bomberos están trabajando duro, pero debido a la presencia de productos químicos es demasiado arriesgado trabajar cerca", dijo Anisur Rahman, jefe del servicio de bomberos de la ciudad portuaria.
Explosiones similares, algunas de las cuales han destrozado las ventanas de los edificios del barrio, ya han complicado la tarea de los bomberos.
Soldados también se han unido a los esfuerzos para evitar la propagación de los productos químicos en los canales cercanos y a lo largo de la costa del golfo de Bengala, dijeron las autoridades.
Las autoridades han revisado el número de muertos de 49 a 41, con más de 200 heridos. El recuento incluye al menos nueve bomberos muertos, mientras que 10 policías se encuentran entre los 50 agentes de rescate heridos, dijo el representante de la policía de la ciudad Alauddin Talukder.
Sin embargo, se teme que haya más muertos, ya que algunos de los heridos se encuentran en estado crítico, dijo el médico de Chittagong Mohammed Elias Hossain.
La causa del incendio no estaba clara de inmediato. Pero los bomberos sospechan que podría haberse originado en un contenedor de peróxido de hidrógeno antes de extenderse rápidamente.
(Información de Ruma Paul; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)