Por Erwin Seba
HOUSTON (Reuters) - La ex primera dama de Estados Unidos Barbara Bush fue recordada el sábado en su funeral como una figura formidable y cariñosa cuya devoción por su familia era sólo equiparada por su compromiso con el servicio público.
"Fue nuestra maestra y ejemplo de cómo vivir una vida con propósito y sentido", dijo Jeb Bush, uno de sus cuatro hijos, ex gobernador de Florida y candidato presidencial en 2016, a una multitud reunida en una iglesia en Houston.
Luego provocó sonrisas con una alusión a la famosa lengua mordaz de Bush: "Llamaba a su estilo una dictadura benevolente pero, honestamente, no era tan benevolente".
Unas 1.500 personas, entre ellas gobernadores, senadores y ex presidentes de Estados Unidos, participaron en un servicio televisado pero con invitación para rendir tributo a la matriarca de una de las dinastías políticas más prominentes del país, que murió el martes a los 92 años.
Bush, la esposa y madre de los presidentes 41 y 43 de la historia estadounidense, George H.W. Bush, y George W. Bush, respectivamente, fue recordada como una inspiración tanto para el país como para sus seres queridos, una mujer que imprimió una fuerte sensación de decencia y honor con una autocrítica sensatez que empleaba muy efectivamente.
"Era sincera y tranquilizadora, firme y directa, honesta y amorosa", dijo el historiador y escritor Jon Meacham, autor de una biografía de George H.W. Bush y uno de los tres oradores que Barbara Bush eligió personalmente antes de su muerte.
Los ex presidentes de Estados Unidos Barack Obama y Bill Clinton, la actual primera dama Melania Trump, la ex Secretaria de Estado Hillary Clinton y la ex primera dama Michelle Obama asistieron al servicio religioso.
El presidente Donald Trump, quien se enfrentó con la familia Bush durante su campaña de 2016, no viajó a Houston. La Casa Blanca dijo esta semana que quería evitar alterar el servicio con seguridad adicional. En un tuit, el mandatario dijo que sus "pensamientos y plegarias están con toda la familia Bush".