Por Humeyra Pamuk
WASHINGTON, 23 abr (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, comunicó el viernes a su par turco, Tayyip Erdogan, su intención de reconocer como genocidio las masacres de armenios de 1915 en el Imperio Otomano, informaron a Reuters fuentes conocedoras de la conversación, lo que podría tensar más los lazos entre los dos aliados de la OTAN.
La muy esperada primera llamada telefónica entre los líderes tuvo lugar más de tres meses después de la toma de posesión de Biden, el 20 de enero, un retraso que es ampliamente visto como un gesto de frialdad para con Erdogan, que había disfrutado de estrechos vínculos con el expresidente Donald Trump.
Los dos hablaron un día antes del Día de la Memoria Armenia, cuando se espera que Biden rompa con décadas de declaraciones cuidadosamente calibradas de la Casa Blanca, que habían descrito previamente los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial como "Metz Yeghern" (un gran mal).
Ni el comunicado de la Casa Blanca sobre la llamada telefónica ni el relato proporcionado por la presidencia turca hicieron mención alguna al asunto.
"El presidente Biden habló hoy (viernes) con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, transmitiéndole su interés en una relación bilateral fructífera con áreas de cooperación amplias y una gestión eficaz de los desacuerdos", dijo la Casa Blanca en un comunicado.
La Casa Blanca indicó que los líderes acordaron reunirse al margen de la cumbre de la OTAN en junio para mantener una conversación más amplia sobre las relaciones de los países.
Turquía acepta que muchos armenios que vivían en el Imperio Otomano murieron en enfrentamientos con las fuerzas otomanas durante la Primera Guerra Mundial, pero impugna las cifras y niega que los decesos fueran sistemáticamente orquestados y constituyan un genocidio.
Un comunicado de la presidencia turca dijo que Biden y Erdogan coincidieron en "el carácter estratégico de la relación bilateral y la importancia de trabajar juntos para construir una mayor cooperación en temas de interés mutuo".
Los lazos entre Ankara y Washington se han tensado por una serie de cuestiones, desde la compra por parte de Turquía de sistemas de defensa rusos S-400 -por la que fue objeto de sanciones por parte de Estados Unidos- hasta las diferencias políticas en Siria, los derechos humanos y las cuestiones jurídicas.
(Reporte adicional de Tuvan Gumrukcu en Ankara; Editado en español por Javier López de Lérida)