Por Kanishka Singh
27 dic (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó la Ley de Autorización de la Defensa Nacional (NDAA, por sus siglas en inglés), para el año fiscal 2022, que autoriza 770.000 millones de dólares en gastos de defensa, informó el lunes la Casa Blanca.
A principios de este mes, el Senado y la Cámara de Representantes votaron abrumadoramente a favor del proyecto de ley con un fuerte apoyo tanto de demócratas como de republicanos para la legislación anual que establece la política del Departamento de Defensa.
"La ley proporciona beneficios vitales y mejora el acceso a la justicia para el personal militar y sus familias, e incluye autoridades críticas para apoyar la defensa nacional de nuestro país", dijo Biden en un comunicado tras firmar la ley.
La NDAA es seguida de cerca por una amplia franja de la industria y otros intereses porque es una de las únicas normativas importantes que se convierten en ley cada año y porque aborda una amplia gama de cuestiones. La NDAA se ha convertido en ley cada año durante seis décadas.
La NDAA del año fiscal 2022, que autoriza un 5% más de gasto militar que el año pasado, es un compromiso tras intensas negociaciones entre demócratas y republicanos de la Cámara de Representantes y el Senado, después de haberse estancado por las disputas sobre la política de China y Rusia.
Incluye un aumento salarial del 2,7% para las tropas, y más compras de aviones y buques de la Armada, además de estrategias para hacer frente a las amenazas geopolíticas, especialmente Rusia y China.
La NDAA incluye 300 millones de dólares para la Iniciativa de Asistencia a la Seguridad de Ucrania, que proporciona apoyo a las fuerzas armadas de este país, 4.000 millones de dólares para la Iniciativa de Defensa Europea y 150 millones de dólares para la cooperación en materia de seguridad en el Báltico.
En cuanto a China, el proyecto de ley incluye 7.100 millones de dólares para la Iniciativa de Disuasión del Pacífico y una declaración de apoyo del Congreso a la defensa de Taiwán, así como la prohibición de que el Departamento de Defensa adquiera productos fabricados con mano de obra forzada procedente de la región china de Xinjiang.
(Información de Kanishka Singh en Bengaluru; información adicional de Alexandra Alper; edición de Mark Porter, Matthew Lewis y David Gregorio; traducción de José Muñoz)