Por William James y Kate Holton
LONDRES (Reuters) - El primer ministro británico Boris Johnson limitará la capacidad del Parlamento para frustrar su plan para el Brexit al reducir el tiempo de sesiones hasta el 31 de octubre, el día previsto para la salida de la UE, enfureciendo a una oposición que pidió la intervención de la reina Isabel II.
En su movimiento más audaz hasta ahora para sacar al país de la Unión Europea con o sin acuerdo de divorcio, Johnson fijó para el 14 de octubre el discurso de la reina, que constituye la apertura formal de un nuevo Parlamento y que va sucedido de la suspensión de la Cámara de los Comunes.
La reina se mostró de acuerdo con la fecha, que cerrará de manera efectiva el Parlamento a partir de mediados de septiembre durante cerca de un mes.
Indignados, los líderes de la oposición escribieron a la reina para expresar su preocupación y solicitaron una reunión, amenazando con arrastrar a la monarca de 93 años a la actual crisis constitucional.
"Habrá tiempo de sobra antes y después de la crucial cumbre (de líderes de la Unión Europea) del 17 de octubre, tiempo de sobra en el Parlamento para que los parlamentarios debatan sobre la UE, sobre el Brexit y sobre el resto de temas, tiempo de sobra", dijo Johnson a los periodistas.
Cuando se le preguntó en una entrevista si intentaba evitar que los políticos retrasaran la salida de Reino Unido de la UE, Johnson respondió: "Eso es completamente falso".
Aunque la suspensión del Parlamento antes del discurso de la reina es una norma histórica en Reino Unido, la decisión de limitar el escrutinio parlamentario semanas antes de la decisión política más polémica del país en décadas provocó numerosas protestas de inmediato.
También aumentan las posibilidades de que Johnson se enfrente a una moción de censura en el Parlamento que a su vez podría terminar en la convocatoria de elecciones.
"No se equivoquen, este es un golpe de Estado muy británico", dijo John McDonnell, el segundo hombre más poderoso del Partido Laborista. "Sin importar lo que uno piense sobre el Brexit, una vez que permites que un primer ministro evite la operación plena y libre de nuestras instituciones democráticas estás entrando en una senda muy peligrosa".
Las noticias hicieron caer con fuerza la libra esterlina el miércoles.
La Iglesia de Inglaterra dijo que una salida desordenada de la UE dañaría a los pobres y no ayudaría a reconciliar un país fracturado, mientras que el presidente del Parlamento dijo que los políticos deben ser escuchados y que un grupo de parlamentarios de distintos partidos buscarían una orden judicial.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuiteó: "Sería muy difícil para Jeremy Corbyn, el líder del Partido Laborista británico, buscar una moción de censura contra el nuevo primer ministro Boris Johnson, especialmente a la luz del hecho de que Boris es exactamente lo que el Reino Unido ha estado buscando".
Más de tres años después de que un 52% de los británicos votara a favor del Brexit, sigue sin estar claro, si es que llega a producirse, en qué condiciones la segunda economía más grande del bloque abandonará el club al que se unió en 1973.
A sólo 65 días de la fecha de salida, los parlamentarios están luchando para evitar que el primer ministro saque al país de la UE sin un acuerdo de transición, dejando a uno de los países más estables de Europa en territorio desconocido.
(Información de William Schomberg, David Milliken, Costas Pitas, Paul Sandle y Alistair Smout; Edición de William Schomberg, Kate Holton y Janet Lawrence, editado en español por Ricardo Figueroa y Jose Elías Rodríguez)