Sao Paulo, 21 mar (.).- El Ministerio de Agricultura y la Policía brasileña subrayaron hoy en un comunicado conjunto que las irregularidades detectadas en empresas cárnicas "son puntuales", y descartaron el "mal funcionamiento generalizado" del sistema sanitario.
"Los hechos se relacionan directamente con el desvío de conducta profesional practicados por algunos funcionarios y no representa un mal funcionamiento generalizado del sistema de integridad sanitaria brasileño", señala la nota.
El comunicado fue publicado tras una reunión entre representantes del Ministerio de Agricultura y la Policía Federal, que el pasado viernes desmontó una mafia que se dedicaba a adulterar carne en malas condiciones y a veces podrida.
La operación llevada a cabo por la policía y denominada "Carne Fraca" (en portugués) generó una crisis sin precedentes en el sector cárnico de Brasil, el principal exportador de estos productos en el mundo.
Varios países ya anunciaron restricciones a la importación de carne brasileña después de que los investigadores descubrieran que algunas de las principales productoras del país (entre ellas las gigantes del mercado JBS y BRF) adulteraban con productos químicos carnes que estaban en mal estado.
Para lograr la aprobación del Ministerio de Agricultura, las empresas habían creado una red de pagos de sobornos que involucraron a varios funcionarios de esa cartera.
La actuación de la policía, sin embargo, fue duramente criticada por los productores brasileños al considerar que los investigadores no se comunicaron correctamente y eso acabó perjudicando a todo el sector.
En el comunicado enviado este martes, la Policía Federal y el Ministerio de Agricultura resaltan que "el sistema de inspección federal brasileño ya fue auditado por varios países que demostraron su calidad" y "garantiza productos de calidad para el consumidor brasileño".
El Gobierno brasileño ha intentado atajar la crisis desatada tras el escándalo pero el bloqueo por parte de países importadores se ha ampliado los últimos días a pesar de las explicaciones del Ejecutivo y del propio presidente, Michel Temer.
El jefe de Estado brasileño admitió hoy que la operación policial contra las irregularidades del sector cárnico creó un "embarazo económico" a Brasil, uno de los mayores productores mundiales de alimentos, pese a la "insignificancia" de lo descubierto.