Por Ricardo Brito
BRASILIA, 8 ene (Reuters) - Las autoridades brasileñas celebraron el lunes el sistema democrático de su país, un año después de que una multitud derechista invadiera y destrozara el Supremo Tribunal Federal, el Congreso y el palacio presidencial en protesta por el resultado electoral.
Bajo una pantalla que decía "Democracia inquebrantable", líderes del Congreso, magistrados del Supremo Tribunal Federal y funcionarios del Gobierno encabezados por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva recordaron el día en que la capital, Brasilia, fue asaltada por manifestantes que pedían un golpe militar.
"Todos los que financiaron, planearon y ejecutaron el intento de golpe deben ser ejemplarmente castigados. No hay perdón para quien atenta contra la democracia", dijo Lula en el acto celebrado en el Congreso. "Perdón sonaría a impunidad. Y la impunidad sería un salvoconducto para más actos de terrorismo".
"La democracia prevaleció", dijo el máximo magistrado del tribunal Alexandre de Moraes, quien ha dirigido las investigaciones para que los responsables de los disturbios rindan cuentas.
Hace un año, los partidarios del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro asaltaron los edificios que simbolizan la democracia de Brasil, una semana después de que Lula asumiera el cargo. Rechazaron su victoria electoral e instaron a los militares a derrocarlo.
Bolsonaro, que nunca reconoció su derrota, había abandonado el país rumbo a Estados Unidos antes del traspaso presidencial a Lula.
El asalto a los principales edificios gubernamentales de Brasilia fue el equivalente brasileño del ataque al Capitolio de Estados Unidos por parte de partidarios del presidente saliente Donald Trump el 6 de enero de 2021 tras su derrota electoral frente a Joe Biden.
Unas 2.000 personas fueron detenidas por el atentado de Brasilia, aunque la mayoría fueron puestas en libertad posteriormente. Otras han sido condenadas acusadas de intento de golpe de Estado, entre otros delitos, tras las investigaciones policiales en curso sobre quienes participaron en los disturbios y quienes fomentaron o financiaron el ataque.
Bolsonaro está siendo investigado por el máximo tribunal brasileño por presunta autoría intelectual de los disturbios, algo que él niega.
La autoridad electoral de Brasil prohibió a Bolsonaro presentarse a cargos electos durante ocho años por su abuso de poder y mal uso de los medios de comunicación antes de las elecciones de 2022, cuando convocó a embajadores para airear afirmaciones infundadas sobre el sistema de voto electrónico de Brasil.
El juez del Supremo Tribunal Federal Gilmar Mendes ha acusado a Bolsonaro de responsabilidad política en el asalto a Brasilia y de que las Fuerzas Armadas habían sido alentadas por el expresidente para que no detuvieran las protestas de sus partidarios. Bolsonaro ha negado cualquier implicación.
Una encuesta de Genial/Quaest publicada el domingo mostró que una gran mayoría de brasileños desaprueba los disturbios, con un 89% en contra de las protestas de los partidarios de Bolsonaro y un 6% a favor.
(Reporte de Ricardo Brito, Escrito por Fabio Teixeira, Editado en Español por Manuel Farías)