Por Robin Pomeroy
CANNES, Francia, 20 mayo (Reuters) - ¿Se acuerdan cuando el sida era considerado por algunos como una "plaga gay" y la palabra "condón" era un tabú?
Si no se acuerdan, entonces son demasiado jóvenes para haber vivido en la década de 1980 mostrada en "BPM - Beats Per Minute", una película que se estrenó el sábado en Cannes e inmediatamente se convirtió en aspirante al premio mayor.
En una era antes de que las redes sociales permitieran a personas con ideas semejantes formar grupos instantáneos de campaña, la película sigue a miembros de Act Up Paris que se reúnen todas las semanas para planear acciones directas para obligar a políticos indiferentes, educadores y compañías farmacéuticas a tomar en serio la prevención y la cura de la enfermedad.
Con su nostalgia ochentera, incluyendo un remix del himno gay del grupo británico Bronski Beat "Small Town Boy" en la banda sonora, "BPM" es similar a la película inglesa de 2014 "Pride", aunque con menos risas, más sexo y litros de sangre falsa usada como un arma por los activistas en una acción contra una compañía farmacéutica.
Robin Campillo, director y guionista francés nacido en Marruecos, quien escribió la ganadora de la Palma de Oro de 2008 "The Class", dijo que dejó que otros proyectos se interpusieran antes de finalmente contar la historia inspirada en su propio trabajo como miembro de Act Up y como gay.
"Había realmente un temor a enfrentar un tema que es realmente importante en mi vida, y realmente clave", dijo a periodistas.
En su crítica de cinco estrellas, Peter Bradshaw, del diario The Guardian, calificó a "BPM" como "una película absorbente sobre el amor, la vida y la amistad".
Romain Le Vern del sitio web francés sobre películas Chas Reigns tuiteó una encuesta de 11 críticos galos que mostró a "BPM" muy por delante de otros largometrajes proyectados hasta ahora en la competición por la Palma de Oro, que se entregará el 28 de mayo.