Por James Oliphant
PLYMOUTH, EEUU (Reuters) - El precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump fue el domingo al pueblo de Plymouth, en las montañas del estado de Nueva Hampshire, y prometió reducir los precios de los medicamentos, mejorar la educación y ayudar a los adictos a la heroína a acceder a tratamientos.
Eso tuvo lugar un día después de decir en un debate de republicanos que no quería dejar a los pobres "muriéndose en las calles" y fue elogiado por algunos expertos por su presentación contenida en la que evitó atacar a sus rivales.
No es que Trump, bien conocido por su estilo incendiario, se haya suavizado de pronto. En el mismo evento en Plymouth, refirmó su respaldo a reanudar las torturas mediante la técnica conocida como "ahogo simulado" para sospechosos de terrorismo y, si fuera necesario, hacer cosas "mucho peores".
Se burló del "pobre Jeb Bush" y habló sobre los "estúpidos" que controlan el Gobierno.
Pero durante la última semana se ha dado a conocer un Trump más moderado que parece menos interesado en lograr la nominación de su partido el 8 de noviembre a base de polémicas y estar más dispuesto a ver a sus adversarios con ecuanimidad.
Su campaña ha estado trabajando para moderar su imagen y mostrar otro lado del candidato, un empresario multimillonario cuya candidatura ha alarmado al estamento republicano y ha estado marcada por sus llamamientos a deportar a inmigrantes ilegales y prohibir temporalmente la entrada de musulmanes a Estados Unidos.
Ese esfuerzo comenzó con toda su fuerza en Iowa, donde Trump llevó a un líder de la Iglesia Evangélica como testigo de su carácter, usó a sus hijos como suplentes e incluso apareció en público con su esposa Melania, a la que se ha visto raramente en la campaña.
Antes de las primarias de Nueva Hampshire del martes, en las que Trump lidera los sondeos de opinión, ha compartido dolorosas historias personales, ha visitado restaurantes para saludar a los comensales y ha intentado enviar el mensaje de que pese a su enorme fortuna y estilo confrontacional, es un tipo normal.
"Es un tipo mucho más común de lo que (los votantes) podrían esperar", dijo el hijo de Trump, Donald Trump Jr., durante una parada de la campaña en Tipton, Nueva Hampshire. "Es un tipo centrado", agregó.
Pese a liderar los sondeos en varios de los primeros estados donde se celebrarán las votaciones, Trump podría beneficiarse de una mejoría de su imagen. Diferentes encuestas nacionales muestran que más de un 50 por ciento de los estadounidenses tienen una opinión desfavorable sobre su persona.