Por Guglielmo Mangiapane y Wladimir Pantaleone
LAMPEDUSA, Italia (Reuters) - Casi 100 inmigrantes que habían quedado varados en el barco de rescate Open Arms frente a la costa de Lampedusa desembarcaron en la isla italiana el martes por la noche, poniendo fin a un largo enfrentamiento entre Roma y la organización benéfica española que opera la embarcación.
Los migrantes, principalmente de África, fueron desembarcados después de que un fiscal italiano ordenó la incautación del barco y la evacuación de las personas a bordo.
El barco atracó en el puerto de Lampedusa justo después de las 2330 hora local (2230 GMT) del martes.
El barco Open Arms, dirigido por la organización benéfica española del mismo nombre, había rescatado frente a la costa libia a los inmigrantes que se dirigían a Europa.
Sin embargo, después de que Italia se negó a dejarlo atracar, el barco estuvo varado en el mar durante casi tres semanas y la ONG dijo que los migrantes estaban angustiados y necesitaban urgentemente encontrar refugio.
El director y fundador de Open Arms, Óscar Camps, confirmó más temprano en Twitter que el barco sería incautado temporalmente y agregó que era "un costo que Open Arms asume para asegurar que las personas a bordo puedan ser atendidas".
"Consideramos que es indispensable priorizar su salud y seguridad (de los migrantes) en esta emergencia humanitaria", agregó.
España envió un barco naval el martes por la tarde para rescatar a los migrantes y llevarlos a Mallorca después de que algunos de ellos saltaron por la borda.
Pero la marina española debería llegar a Lampedusa en tres días y Open Arms dijo repetidamente que la situación a bordo era desesperada y que algunos migrantes tenían tendencias suicidas.
Los pasajeros dormían atorados en la cubierta y compartían dos baños.
Después de que la ONG dijo que nueve habían intentado nadar hacia tierra, imágenes de Reuters mostraron que otras cinco personas saltaron del barco, aunque no está claro si algunos eran socorristas.
Italia ha tomado una línea dura respecto a la entrada de migrantes, argumentando que ha asumido demasiada responsabilidad para controlar la migración africana a Europa. El ministro del Interior, Matteo Salvini, dice que los barcos de las organizaciones benéficas se han convertido en "taxis" para los traficantes de personas.
(Reporte adicional de Ashifa Kassam, Isla Binnie, Jose Elías Rodríguez, Belen Carreño, Elena Rodríguez e Ingrid Melander en Madrid, Stephen Jewkes en Milán, Crispian Balmer en Roma. Escrito por Mark Bendeich y Pamela Barbaglia. Editado en español por Rodrigo Charme)