Por Delphine Schrank
TIJUANA, México, 2 mayo (Reuters) - Casi 90 inmigrantes centroamericanos, que viajaban en la caravana que provocó la ira del presidente Donald Trump a finales de marzo, lograron cruzar a Estados Unidos el miércoles para buscar asilo, mientras que decenas esperaban su turno en una lluviosa y fría jornada en la ciudad fronteriza de Tijuana.
Los 88 inmigrantes, -entre ellos mujeres, niños y transexuales- representan más de la mitad de un grupo que desde el domingo llegó a solicitar asilo e incluso durmió en la calle esperando su turno.
Esto llevó al fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, a ordenar al Departamento de Justicia el envío de 35 fiscales auxiliares adicionales y 18 jueces de inmigración a la frontera con México para procesar los casos de solicitudes de asilo.
De dos en dos, los migrantes caminaron hacia los oficiales de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos para preguntar si podían pasar. El primero que estaba en la fila por la mañana fue un hombre con su pequeño sobrino que llevaba una pelota de fútbol bajo el brazo.
Otro grupo de personas, ansiosas de cruzar, permanecían acostadas o sentadas sobre el suelo de cemento, apoyadas contra barras de metal que los separaban del "sueño americano". Ellos volverían a dormir en la puerta de entrada a Estados Unidos, a escasos metros del puerto de San Ysidro, para no perder su lugar.
Reina Rodríguez, que huyó de Honduras con sus nietos y completó la odisea de 3.220 kilómetros desde el sur de México, dijo ser consciente de la posibilidad de que EEUU rechazara su petición de asilo y la separaran de sus niños al no ser la madre biológica.
"Tengo miedo, mucho miedo, no deseo regresar a mi pueblo", dijo la mujer mientras lloraba acompañada por los niños de 11 y 7 años.
Datos oficiales muestran que durante el Gobierno de Trump han crecido en más de 10 veces las solicitudes de asilo, comparadas con los últimos siete años, la mayoría provenientes de familias y niños centroamericanos.
Trump ha dicho que quiere ajustar las leyes de su país para dificultar las solicitudes de asilo. El Departamento de Justicia de Estados Unidos dijo el lunes que inició acciones legales contra 11 "sospechosos" miembros de caravanas acusados de cruzar ilegalmente la frontera.
Las largas filas en el punto de entrada a Estados Unidos llevaron a varias mujeres y sus hijos a tratar de cruzar a unos pocos kilómetros de allí, donde fueron detenidos por las autoridades de inmigración. Los abogados defensores de las mujeres buscan hallar a los menores separados de sus madres.
Nicole Ramos, una abogada que asesora a miembros de la caravana en México, dijo que no creía que las personas que enfrentaban cargos penales en Estados Unidos fueran parte del grupo.
"Bastantes personas han afirmado ser parte de la caravana, incluido un contingente considerable de hombres guatemaltecos que nunca fueron parte", explicó Ramos.