MADRID (Reuters) - El movimiento independentista de izquierdas de la CUP rechazó el domingo apoyar la investidura de Artur Mas como presidente del gobierno de Cataluña tras varias horas de reunión de su consejo político, lo que aboca a la región a unas nuevas elecciones si no se elige un nuevo candidato antes del 9 de enero.
La CUP decidió que sus diez diputados se abstendrán en una eventual votación de investidura a Mas cuya lista, Junts Pel Sí (JxSí) había propuesto investirle presidente a cambio de la aprobación de una serie de medidas sociales y económicas.
JxSí necesita el apoyo del grupo anticapitalista ya que, pese a ganar las elecciones del pasado 27 de septiembre con 62 diputados, está a seis de la mayoría absoluta parlamentaria y el resto de formaciones políticas ya han anunciado que no votarán a su favor.
El domingo, la formación dijo que podría apoyar a un candidato distinto, aunque la cercanía de la fecha límite para elegir presidente del Gobierno catalán hace difícil que se llegue a un acuerdo.
"Que muevan ficha JxSí en relación a la propuesta del nombre de la persona que tiene que encabezar ese proceso de ruptura con el Estado (español)", dijo Gabriela Serra, diputada por las CUP en el Parlamento catalán.
La formación anticapitalista se ha negado ya en diversas ocasiones a que Mas sea reelegido por los recortes de los últimos años y por las acusaciones de corrupción que salpican a Convergència Democràtica de Catalunya.
El Parlamento catalán tiene previsto que el lunes se reúnan la mesa y la junta de portavoces para decidir si se mantiene el calendario que preveía votaciones el 5 de enero o anulan el pleno y las votaciones.
"¿Habrá pleno de investidura?, pues lo más seguro que no lo haya (...) pero eso está en manos del gobierno en funciones y del presidente en funciones", dijo Serra durante la rueda de prensa.
El lunes, Esquerra Republicana de Catalunya ha convocado una reunión de su Ejecutiva Nacional mientras que portavoces de JxS no hicieron comentarios de forma inmediata al anuncio de la CUP.
CONSECUENCIAS A NIVEL NACIONAL Y PARA LA "HOJA DE RUTA"
Esta negativa mantendría paralizada la hoja de ruta secesionista de Junts Pel Sí -en un momento en el que en España hay un gobierno en funciones tras unas elecciones generales que no han sido concluyentes, con difíciles opciones de gobernabilidad- y podría abocar a la región a unos nuevos comicios.
De convocarse elecciones, que se celebrarían previsiblemente en marzo, serán las cuartas en la región desde 2010.
Las dos agrupaciones han estado negociando desde las elecciones el 27 de septiembre, que Mas planteó en clave plebiscitaria sobre la independencia ante la oposición del Gobierno español a un referéndum legal vinculante tras el auge soberanista en la región en los últimos años.
En esas elecciones los partidos independentistas obtuvieron el 47,7 por ciento de apoyos, lo que refleja la división en la sociedad catalana respecto a la independencia.
Los resultados en la región de las recientes elecciones generales españolas mostraron una notable pérdida de peso de los tradicionales PP y PSOE y situaron al partido antiausteridad Podemos como el más votado, poniendo de manifiesto la voluntad del derecho a decidir de los catalanes y complicando las ecuaciones de pactos para formar gobierno en el Congreso nacional, ya que el proceso en Cataluña es una línea roja para muchos partidos en uno u otro sentido.