Por Brian Love
PARÍS (Reuters) - El presidente francés, François Hollande, nombró el martes como primer ministro de su gobierno socialista al ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, hasta las nuevas elecciones presidenciales del próximo mayo.
El cambio fue provocado por la dimisión de Manuel Valls, que anunció el lunes que intentará ser candidato a la presidencia el próximo año. El propio Hollande anunció la semana pasada que no intentará buscará un segundo mandato.
Cazeneuve será esencialmente primer ministro en funciones antes de las elecciones, en las que el partido de extrema derecha Frente Nacional espera causar una conmoción similar a las provocadas este año por las votaciones en Reino Unido, Estados Unidos e Italia.
"El mundo ha cambiado drásticamente en cuestión de meses (...) con lo que ha ocurrido en Estados Unidos, el Brexit y lo que esta a punto de ocurrir en Italia", dijo Jean-Marie Le Guen, ministro para el Parlamento y un aliado de Valls, en declaraciones a la radio RTL (BR:AUDKt).
"La extrema derecha está al borde del poder. La derecha es más brutal que nada de lo que haya visto nunca", añadió.
Los votantes italianos rechazaron en un referéndum el pasado fin de semana las reformas constitucionales propuestas por el primer ministro Matteo Renzi, forzando su dimisión y aumentando los temores de que la tercera economía más grande de la zona euro se enfrente a un periodo de inestabilidad política.
Valls, de 54 años, dimitió formalmente en una reunión con Hollande en el Palacio del Elíseo el martes.
Como ministro del Interior desde abril de 2014, Cazeneuve, de 53 años, ha tenido que lidiar con una serie de ataques islamistas que han dejado más de 230 muertos desde enero de 2015 y ha supervisado un periodo de estado de emergencia impuesto inmediatamente después.
Previamente había sido ministro para Europa y ministro del Presupuesto.
Abogado de formación, Cazeneuve es coloquialmente conocido como "el cardenal" por sus propios trabajadores y por sus detractores a cuenta de sus frías maneras.
Los sondeos hasta ahora sugieren que la izquierda se enfrenta a una humillación en las presidenciales del año que viene tras cinco años en el poder. El propio Hollande es el más impopular de todos los presidentes que ha tenido Francia en el último medio siglo.
Los sondeos llevan meses prediciendo que la batalla presidencial en el segundo miembro más grande de la zona euro se librará entre el candidato conservador François Fillon y Marine Le Pen, la líder del partido antiinmigración Frente Nacional.
Le Pen espera capitalizar el contexto de votantes que rechazan a las élites políticas apoyando la salida de Reino Unido de la Unión Europea y eligiendo a Donald Trump como presidente de EEUU, aunque las encuestas sugieren que perderá en segunda ronda contra Fillon.
Las elecciones tendrán dos rondas el próximo abril y mayo. Valls tendrá primero que ganar las elecciones primarias de su partido en enero, donde se enfrenta a una dura competencia contra izquierdistas más tradicionales.
Un sondeo de opinión de Ifop-Fiducial publicado el martes cuando el nuevo primer ministro acababa de ser nombrado repitió lo pronosticado por los anteriores de que ningún candidato del Partido Socialista conseguiría alcanzar la segunda ronda de las presidenciales del 7 de mayo.
La encuesta otorgaba a Valls solo el 10 por ciento de los votos en la primera ronda del 23 de abril y, como otros sondeos, pronosticaba que Fillion ganaría a Le Pen en la ronda final.
La oficina de Hollande dijo que Cazeneuve sería reemplazado como ministro del Interior por Le Roux, que hasta ahora ha liderado el grupo parlamentario del Partido Socialista en el Congreso.