Por David Stanway y Lesley Wroughton
SHANGHÁI/WASHINGTON (Reuters) - China convocó al embajador estadounidense en Beijing y pospuso unas conversaciones militares conjuntas en protesta contra la decisión de Estados Unidos de sancionar a una agencia militar china y su director por comprar aviones de combate rusos y un sistema de misiles tierra-aire.
El vicecanciller chino, Zheng Zeguang, llamó a consultas al embajador Terry Branstad para presentar "serias declaraciones", dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores.
El ministerio de Defensa chino dijo en un comunicado que cancelará una visita prevista a EEUU del jefe de la Armada, Shen Jinlong, y pospondrá las conversaciones planificadas en Beijing entre las autoridades militares chinas y estadounidenses que se habían fijado para la próxima semana.
Añadió que las fuerzas armadas de China se reservan el derecho de tomar nuevas contramedidas, sin entrar en los detalles.
El portavoz del ministerio, Wu Qian, dijo que la decisión de China de comprar aviones de combate y sistemas de misiles a Rusia era un acto normal de cooperación entre países soberanos, y que Estados Unidos no tenía "derecho a interferir".
El jueves, el Departamento de Estado de Estados Unidos impuso sanciones al Departamento de Desarrollo de Equipos de China, el organismo militar responsable de la compra de armamento, después de que realizara "transacciones significativas" con Rosoboronexport, el principal exportador de armas ruso.
Las sanciones están relacionadas con la compra por parte de China de 10 aviones de combate SU-35 en 2017 y equipos relacionados con el sistema de misiles tierra-aire S-400 en 2018, dijo el Departamento de Estado.
Un alto responsable del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo el sábado que China era el único país que había tomado posesión del avanzado sistema de misiles S-400, violando una ley estadounidense de sanciones creada en respuesta al "maligno comportamiento" de Rusia.
El funcionario, que habló con Reuters bajo condición de anonimato, insistió en que las sanciones estaban dirigidas a Moscú, no a Beijing.