Por Jeff Mason y Steve Holland
WASHINGTON, 14 jul (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decretó el martes el fin del estatus especial de Hong Kong a ojos de la ley estadounidense para castigar a China por lo que llamó "acciones opresivas" contra la antigua colonia británica, lo que hizo que Pekín advirtiera de sanciones de represalia.
Señalando expresamente la decisión de China de promulgar una nueva ley de seguridad nacional para Hong Kong, Trump firmó una orden ejecutiva con la que dijo que pondría fin al trato económico especial concedido a la ciudad.
"No habrá más privilegios especiales, ni tratamiento económico especial ni exportación de material tecnológico sensible", dijo en una conferencia de prensa.
Actuando dentro de un plazo límite que expiraba el martes, también firmó un proyecto de ley aprobado por el Congreso de EEUU para penalizar a los bancos que hagan negocios con miembros de la Administración china que apliquen la nueva ley de seguridad.
"Hoy he firmado una ley y una orden ejecutiva para responsabilizar a China por sus acciones agresivas contra el pueblo de Hong Kong", dijo Trump.
"Hong Kong será tratado desde ahora de la misma manera que la China continental", añadió.
En virtud de la orden ejecutiva, se bloqueará toda propiedad estadounidense de cualquier persona que se determine que es responsable o cómplice de "acciones o políticas que socavan los procesos o instituciones democráticas en Hong Kong", según el texto del documento publicado por la Casa Blanca.
También ordena a las autoridades que "revoquen las excepciones a las licencias de exportación a Hong Kong", e incluye la revocación del tratamiento especial para los titulares de pasaportes hongkoneses.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo el miércoles que Pekín impondrá sanciones de represalia contra individuos y entidades estadounidenses en respuesta a la ley dirigida a los bancos, aunque la declaración publicada a través de los medios de comunicación estatales no hacía referencia a la orden ejecutiva.
"Los asuntos de Hong Kong son asuntos puramente domésticos de China y ningún país extranjero tiene derecho a interferir", dijo el ministerio.
Los críticos de la ley de seguridad temen que aplaste las amplias libertades prometidas a Hong Kong cuando volvió a manos chinas en 1997, mientras que los partidarios dicen que traerá estabilidad a la ciudad después de un año de protestas antigubernamentales en ocasiones violentas.
La ley de seguridad castiga lo que Pekín define como subversión, secesión, terrorismo y conspiración con fuerzas extranjeras con hasta cadena perpetua.
Las relaciones de Estados Unidos con China ya se han visto tensadas con anterioridad por la pandemia de coronavirus, la creciente presencia militar de China en el mar de la China Meridional, su tratamiento de los musulmanes uigures y los enormes superávit comerciales.
(Información de Jeff Mason y Steve Holland; información adicional de David Brunnstrom, Alexandra Alper, Patricia Zengerle, Eric Beech, Makini Brice y Matt Spetalnick; editado por Leslie Adler y Peter Cooney; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)