Por Emma Pinedo y Ahmed Eljechtimi
MADRID, 24 jun (Reuters) -Alrededor de 2.000 migrantes saltaron el viernes la alta valla que separa el enclave norteafricano español de Melilla en una violenta escaramuza de dos horas con los agentes fronterizos en la que murieron cinco personas, según las autoridades españolas y marroquíes.
Otras decenas de personas de ambos bandos resultaron heridas, mientras que más de 100 migrantes consiguieron cruzar desde Marruecos por Melilla, dijeron.
Melilla y Ceuta, un segundo enclave español también en la costa norte de África, se han convertido en la última década en un imán para los migrantes, en su mayoría subsaharianos, que intentan entrar en Europa.
El intento del viernes comenzó a las 6:40 hora local (0440 GMT), ante la resistencia de las fuerzas de seguridad marroquíes.
Alrededor de las 8:40 horas, más de 500 migrantes comenzaron a entrar en Melilla, saltando por encima del techo de un puesto de control fronterizo tras cortar la valla con una cizalla, informó el organismo que representa al Gobierno central en la zona en un comunicado.
La mayoría fueron obligados a regresar, pero unos 130 hombres lograron llegar al enclave y estaban siendo procesados en un centro de recepción de migrantes, añadió.
Imágenes publicadas en redes sociales mostraron a grandes grupos de jóvenes africanos por los caminos alrededor de la frontera, celebrando la entrada en Melilla y el lanzamiento de lo que parecía ser gas lacrimógeno por parte de las autoridades.
Las autoridades españolas afirmaron que la incursión en la frontera provocó que 57 migrantes y 49 policías españoles resultaran heridos.
El Ministerio del Interior de Marruecos dijo que cinco migrantes murieron en la incursión fronteriza, algunos tras caer de la valla que rodea Melilla, y que 76 migrantes resultaron heridos, 13 de ellos de gravedad. También resultaron heridos 140 miembros de las fuerzas de seguridad marroquíes, cinco de ellos de gravedad.
"MAFIAS QUE TRAFICAN CON SERES HUMANOS"
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, rindió homenaje a los agentes de ambos lados de la frontera por haber combatido "un asalto violento y bien organizado" que, sugirió, fue organizado por "mafias que trafican con seres humanos".
Destacó la mejora de las relaciones entre Madrid y Rabat, después de que España reconoció en marzo la posición de Marruecos respecto a Sáhara Occidental, un territorio que la nación norteafricana reclama como propio, pero en el que un movimiento independentista apoyado por Argelia reclama la creación de un Estado autónomo.
"Quiero agradecer la extraordinaria cooperación que estamos teniendo con el Reino de Marruecos, que demuestra la necesidad de tener la mejor de las relaciones", dijo.
AMDH Nador, un organismo marroquí de defensa de los derechos humanos, dijo que la incursión se produjo un día después que migrantes se enfrentaran a personal de seguridad marroquí que intentaba desalojar los campamentos que habían montado en un bosque cercano a Melilla.
El director de la organización, Omar Naji, dijo a Reuters que el enfrentamiento formaba parte de una "intensa represión" contra los migrantes desde que las fuerzas españolas y marroquíes reanudaron las patrullas conjuntas y reforzaron las medidas de seguridad en la zona del enclave.
El control fronterizo marroquí no respondió a una solicitud de comentarios.
La incursión fue la primera de importancia desde que España adoptó una postura más favorable a Rabat sobre Sáhara Occidental.
En las semanas de 2022 anteriores a ese cambio, las entradas de migrantes en los dos enclaves se habían más que triplicado en comparación con el mismo periodo de 2021.
A mediados de 2021, unas 8.000 personas entraron a nado en Ceuta o treparon por su valla durante un par de días, aprovechando el aparente levantamiento de una red de seguridad en el lado marroquí de la frontera tras una disputa diplomática bilateral.
(Información de Emma Pinedo y Christina Thykjaer en Madrid y Ahmed El Jechtimi en Marruecos; editado en español por José Muñoz y Benjamín Mejías Valencia)