Por Gabriela, Baczynska, Joan y Faus
BRUSELAS (Reuters) - Cinco países de la UE acordaron acoger a los inmigrantes inmovilizados durante semanas a bordo del barco de rescate Open Arms, dijeron el miércoles las autoridades de la UE, poniendo fin a un prolongado enfrentamiento con el Gobierno italiano sobre su destino.
Los cerca de un centenar de migrantes, rescatados a principios de agosto en el Mediterráneo, se habían visto obligados a permanecer en el abarrotado barco de bandera española después de que el Gobierno italiano se negara a permitirlo atracar de acuerdo con una política de puertos cerrados que adoptó el año pasado.
Finalmente desembarcaron en la isla italiana de Lampedusa el martes por la noche, después de que un fiscal italiano ordenara su evacuación y la incautación del barco. Algunos de los migrantes habían saltado por la borda en un intento de nadar hasta la orilla
España, Francia, Alemania, Luxemburgo y Portugal han aceptado acogerlos a todos, dijo una portavoz de la Comisión Europea en Bruselas. Las autoridades de Madrid y Lisboa confirmaron su disposición a participar.
FLUJO CONSTANTE DE REFUGIADOS
Una sucesión de embarcaciones de ayuda ha luchado durante el último año por llevar a los migrantes rescatados en el mar a las costas italianas. El ministro del Interior de extrema derecha, Matteo Salvini, ha adoptado una línea dura con respecto a la entrada de inmigrantes desde que el Gobierno de coalición del que forma parte asumiera el cargo en junio de 2018.
Con el flujo continuo de refugiados desesperados por cruzar de África a Europa, la Comisión dijo que estaba buscando países receptores para los migrantes a bordo de un segundo barco de ayuda humanitaria, el Ocean Viking de bandera noruega, cuyo desembarco Salvini también había intentado evitar. El barco transporta 356 migrantes.
Los datos de Refinitiv indicaban que el buque se encontraba al oeste de la isla maltesa de Gozo.
Salvini, que se ha enfrentado al sistema judicial italiano por sus intentos de vetar los desembarcos, dice que el país ha asumido demasiada responsabilidad en la gestión de la migración en Europa. Este mes la coalición que su partido la Liga formó con el Movimiento 5 Estrellas se desmoronó.
Las señales del impacto de la crisis migratoria también fueron evidentes en Madrid, donde el Gobierno dijo que el Open Arms no estaba autorizado a llevar a cabo rescates y sólo podía proporcionar ayuda humanitaria. Anteriormente, la organización había sido amenazada con una multa si continuaba realizando rescates.
Cuando se le preguntó si el Gobierno sancionaría al Open Arms, la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, se negó a responder directamente, diciendo en la Cadena Ser que nadie estaba por encima de la ley, "incluyendo un barco como este".
La portavoz de la Comisión Europea, Tove Ernst, dijo que los cinco países que recibirán a los migrantes del Open Arms los registrarían y harían los controles y los arreglos necesarios para su traslado, lo que significa que la reubicación desde Lampedusa llevaría algún tiempo.
"La Comisión hará todo lo posible para apoyar y ayudar a garantizar que los procedimientos sean lo más rápidos posible", dijo.
Los Estados de la UE han estado en desacuerdo en torno a la migración desde que se produjo un aumento de las llegadas a través del Mediterráneo en 2015, con amargas disputas sobre cómo tratar a los refugiados y migrantes, lo que ha dañado la unidad del bloque. Los líderes de la UE volverán a debatir esta cuestión cuando se reúnan en Bruselas a mediados de octubre.
(Información adicional de Ashifa Kassam y Jose Elías Rodríguez en Madrid; escrito por John Stonestreet; editado por Stephen Jewkes; traducido por Elena Rodríguez en la redacción de Madrid)